Caras nuevas para conquistar Fuenlabrada

Los vecinos de Fuenlabrada tendrán que optar por caras nuevas en el Ayuntamiento. Los tres grandes partidos políticos (PP, PSOE e IU) han colocado al frente de sus listas electorales a candidatos que se enfrentan por primera vez a las urnas. El más conocido es el actual alcalde, el socialista Manuel Robles, que recibió el bastón de mando hace poco menos de un año, cuando el anterior regidor, José Quintana, optó por su cargo como diputado nacional. Los tres aspirantes coinciden en que los próximos cuatro años serán decisivos para el municipio, con la apertura del hospital y con los nuevos desarrollos urbanísticos.

Estas nuevas caras no son el resultado del capricho de los partidos. En el caso del PP, el anterior candidato, Alfonso Caballero, dimitió el pasado 23 de enero tras haber sido denunciado por acoso moral por parte su ex secretaria, Carmen Rivera, de 29 años. Los populares buscaron rápidamente un sustituto y se fijaron en Juan Barranco. "Se dio una situación que no fue muy favorecedora para nosotros, pero así son los partidos políticos, en los que a veces se producen problemas. Lo importante es solucionarlos y salir de ellos cuanto antes", confiesa el aspirante.

El Ayuntamiento ha estado dirigido estos últimos cuatro años por una coalición de gobierno formada por PSOE e IU, a pesar de que el primer partido gozaba de una mayoría más que holgada para dirigir Fuenlabrada sin contar con socio de gobierno. El relevo al frente del sillón presidencial se produjo el pasado mes de octubre, cuando llegó al poder el actual alcalde, Manuel Robles, del PSOE. Éste califica de "muy positivos" los últimos cuatro años para el municipio. Se han empezado las obras del hospital de Fuenlabrada, que abrirá sus puertas el próximo otoño. También se han puesto en marcha 2.600 viviendas, de las que el 60% tendrán algún tipo de protección. Los polígonos industriales han recibido un ambicioso plan de rehabilitación de más de 18 millones de euros. "A todo ello hay que unir la apertura del metrosur y el campus de la Universidad Rey Juan Carlos, que, junto a la reforma de los barrios, han dado un gran impulso a la ciudad", señala Robles.

La candidata de IU, Teresa Fernández, es más beligerante en sus críticas y califica de "mejorable" el mandato, aunque carga las culpas al Gobierno regional por no haber sabido resolver los problemas de su competencia en el municipio. "Tenemos más de 200 chicos estudiando en barracones en Loranca por la falta de previsión de Ruiz-Gallardón. En sanidad tampoco han sabido estar a la altura y tenemos graves carencias en este aspecto, al igual que en seguridad ciudadana", reprocha Fernández.

Pero las críticas más duras las hace, sin duda, el aspirante del PP, Juan Barranco, que califica de "parón" los últimos cuatro años. "En cuestión de gestión, infraestructuras y mejoras, no veo nada nuevo en absoluto. Hubo una promesa de hacer 5.000 viviendas y hasta ahora sólo se ha puesto la primera piedra. Además, Fuenlabrada es una ciudad sucia y tiene muchos problemas de acceso, sobre todo cuando se llega desde Leganés", añade Barranco. "Los jóvenes carecen de lugares óptimos para su diversión, y en seguridad tenemos una plantilla de Policía Municipal muy escasa de sólo 100 agentes, que la mayor parte del tiempo están metidos en despachos", concluye.

Barranco propone en su programa electoral un "ambicioso plan para someter a la ciudad a un lavado de cara". En materia de seguridad, pretende duplicar la plantilla municipal en los cuatro próximos cuatro años. El proyecto recoge además la construcción de tres nuevos centros de salud, someter la ciudad a una limpieza "más profesional y exhaustiva" y crear un cinturón verde de parques que circunvale el municipio. Sin embargo, la propuesta más ambiciosa es la construcción de un subterráneo que vaya de norte a sur, entre la carretera de Leganés y la de Humanes. Las obras se aprovecharán además para hacer diez aparcamientos para residentes. "Sólo con medidas arriesgadas se solucionan problemas como el del tráfico de Fuenlabrada, que ahora mismo es caótico", concluye el candidato.

El programa del PSOE recoge más de 200 medidas que "pretenden dar un vuelco a la ciudad". Entre ellas destacan la construcción de 5.000 viviendas, de las que el 60% (3.000) serán de protección pública. A ello se une un plan municipal de ayudas a las viviendas con más de 20 años, la reforma del casco antiguo de la localidad y la construcción de 4.000 plazas de aparcamiento subterráneas, sobre todo en los barrios más antiguos. También plantea aumentar en un 30% la actual plantilla de la Policía Municipal y poner en el mercado un millón y medio de metros cuadrados para polígonos industriales.

"Hay que favorecer la creación de un empleo estable y de calidad. Eso sólo se consigue con una ciudad que favorece el autoempleo y la creación de pequeñas y medianas empresas", mantiene Robles.

Por su parte, IU ha confeccionado un programa con 250 puntos, entre los que destacan la creación de una empresa municipal de la vivienda que se encargaría de construir 10.000 pisos en los próximos cuatro años, de los que 800 serían de alquiler barato. El programa recoge mayor participación de los ciudadanos a través de pactos sociales y políticos y unos presupuestos pactados con los ciudadanos. Entre otros aspectos destacan una plaza de toros, un nuevo cementerio-tanatorio, un polideportivo para Loranca o el soterramiento de las vías del tren.