La UE congela su relación con Cuba por la represión de disidentes
La Habana es reelegida miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU
La Comisión Europea decidió ayer archivar la petición de Cuba para ingresar en el llamado Acuerdo de Cotonú, que integra a los países ACP (África, Caribe y Pacífico), en protesta por la reciente ola de represión contra disidentes. El Ejecutivo comunitario había anunciado el pasado mes de febrero que apoyaría el ingreso cubano en ese pacto político, comercial y asistencial que vincula a la UE con 78 países de esas zonas.
"Obviamente la situación ha cambiado. Se ha producido un deterioro político muy grave ante el que la Comisión no podía quedar en silencio", explicó el portavoz del comisario europeo de Exteriores, Chris Patten. Éste junto con la vicepresidenta, Loyola de Palacio, fueron quienes recomendaron al resto de sus colegas emprender una acción enérgica de aplazar indefinidamente la entrada.
El comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Poul Nielson, que viajó en febrero a La Habana para abrir una oficina de representación comunitaria en la isla, sugirió ayer sin éxito al colegio de comisarios que la decisión fuera aplazada unos meses a la espera de un cambio de rumbo por parte de las autoridades cubanas.
Nielson dijo en febrero que la Comisión no ponía precondiciones para la presencia de Cuba en el grupo ACP. Sin embargo, un portavoz comunitario subrayó ayer que el convenio UE-ACP no tiene sólo un componente comercial, sino que alcanza también al respeto de los derechos humanos.
"Lo que está claro ahora es que la bola está en el lado cubano mientras no reparen el daño cometido a los derechos humanos más básicos en las últimas semanas. Si no se mueve la situación, la CE no tendrá ningún motivo para cambiar la decisión", explicó ayer el portavoz de Patten.
Los ministros de Exteriores de los Quince deploraron a principios de este mes la ejecución de tres secuestradores de un ferry así como los juicios sumarísimos y las condenas de 75 disidentes a un total de 1.454 años de cárcel.
Adelantándose a los acontecimientos, La Habana reaccionó con dureza a las críticas de los europeos e insinuó la posibilidad de retirar su petición de ingreso en el grupo ACP, que el Gobierno de Castro había presentado formalmente el pasado enero. Cuba es el único de los 78 países miembros del ACP que aún no se han adherido al pacto.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha sugerido que la UE en bloque imponga sanciones contra La Habana a raíz de la ola de represión de las pasadas semanas. Francia está considerando igualmente proponer medidas en el marco de la Unión. "Pensamos que no es aceptable que un Gobierno se comporte así violando las leyes de la moral, las grandes leyes internacionales", afirmó ayer el ministro francés de Exteriores, Dominique de Villepin.
Las relaciones entre la Unión Europea y Cuba se basan desde 1996 en una Posición Común promovida por España, que se revisa cada semestre, que tiene por objetivo fomentar una transición pacífica hacia la democracia, el respeto de los derechos humanos y el crecimiento económico sostenible. El Gobierno cubano nunca se ha sentido muy a gusto con esa estrategia.
Por otra parte, Cuba ha logrado un pequeño triunfo político en los foros internacionales al lograr ser reelegido por otros tres años como miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que preside actualmente Libia. Cuba fue miembro de la Comisión entre 1976 y 1984, y volvió a ser elegido en 1989, y desde esa fecha ha integrado ininterrumpidamente ese organismo.También fueron reelegidos Rusia y Arabia Saudí.
