La Feria del Libro de Buenos Aires arranca con críticas al abandono de la cultura

Las críticas a las autoridades por olvidarse de la cultura y el recuerdo de la guerra de Irak fueron las notas dominantes de la sesión inaugural de la 29ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. "Algunos funcionarios consideran que la lectura y la cultura son gastos, y no inversión de futuro", dijo Carlos Pazos, presidente de la Fundación El Libro, la entidad organizadora de la feria, en el discurso de apertura, pronunciado el miércoles por la noche. En el acto intervino también el escritor Héctor Tizón, que defendió la libertad que ofrece la literatura.

En el mismo acto, el escritor Héctor Tizón leyó un bello y demoledor texto contra la guerra en Irak, y reivindicó el derecho y el deber de alzar la voz "ante actos tan brutales". Los representantes del poder político, por su parte, aprovecharon para lanzarse las culpas mutuamente.

Fue un contraste interesante y revelador escuchar al organizador, a los políticos, y finalmente, al escritor, para comprobar lo alejadas que están las preocupaciones de unos y otros. Pazos pidió a los políticos que lleguen después de las elecciones que se acuerden de la cultura. "La situación que hoy estamos padeciendo es fruto de haber relegado el libro a un papel secundario", dijo. El presidente de la entidad organizadora reclamó una ley de promoción del libro y menos cargas impositivas.

Promocionar la lectura

Rubén Stella, secretario de Cultura del Gobierno nacional, cuyo presencia en el acto no se confirmó hasta última hora, defendió a los suyos al afirmar que el Ejecutivo trabaja intensamente con todos los sectores de la cultura para promocionar la lectura y, en alusión a la petición de una ley del libro, comentó que es "parte central de la agenda cultural de todos los argentinos".

El jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires (alcalde), Aníbal Ibarra, de signo político contrario a su antecesor, lanzó flores a editores y escritores -"no dejaron de producir"- y criticó al Estado por la falta de definición política "para democratizar la cultura".

Héctor Tizón, que compagina la literatura con el trabajo de juez de la Corte Suprema de la provincia de Jujuy, no entró en polémicas políticas, pero sí definió con claridad el papel del escritor. "De todas las experiencias de mi vida -felices o desdichadas-, la de escribir no estuvo nunca por encima de la de vivir de acuerdo a los principios naturales de la dignidad y la decencia, y si alguna vez debí pagar con el silencio, la pobreza y el exilio a los amos del poder, con dolor lo pagué, porque un escritor no puede ser un bello pájaro ciego que canta para cualquiera, sino tan sólo un hombre libre que escribe".

La renuncia de Saer

Mientras las palabras de Tizón contra la guerra resonaban en la sala José Hernández del predio de la Rural, otro escritor argentino, Juan José Saer, daba a conocer que no viajará más a Estados Unidos mientras la Administración de Bush esté en el poder, como una muestra de rechazo a "la destructora agresión de Irak por parte de la coalición anglo-americana". Saer tenía que participar en octubre próximo en un coloquio organizado por la Universidad de Iowa sobre el escritor y la literatura argentina contemporánea.

En el acto de apertura de la Feria, la Fundación El Libro entregó sendos premios a la trayectoria editorial de Javier Pradera, que dirigió durante 21 años Alianza Editorial, y al argentino Modesto Ederra, que ha cumplido los 100 años. Las actividades de la feria se prolongarán hasta el 5 de mayo.