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Un parque de ocio de Majadahonda lleva dos años abandonado

Esther Sánchez

Los restos del miniparque de atracciones Planeta Welby de Majadahonda esperan, abandonados tras una verja metálica desde hace dos años, a que el Ayuntamiento decida su destino final. El centro de ocio, inaugurado en 1995, no consiguió dar beneficios y la empresa gestora (Tempest, SA) se vio obligada a cerrarlo en 2001.

Ahora los vecinos se preguntan la razón por la que los restos inservibles de los quioscos, del tobogán, del minigolf... no se desmontan. De esta forma recuperarían por completo los 54.000 metros cuadrados del parque rústico del Cerro del Aire.

Un portavoz municipal asegura que ya han comunicado a todas las partes que procederán a despejar la zona en breve. "Lo que todavía falta por concretar es el recinto donde se va a guardar lo que quede de las atracciones", explica un portavoz del Ayuntamiento.

Planeta Welby se ha convertido en un parque de ocio fantasma, sólo el viento y la lluvia rondan por unas instalaciones que iniciaron su andadura con grandes expectativas. El entonces alcalde de Majadahonda y actual secretario general del PP de Madrid, Ricardo Romero de Tejada, calificó la iniciativa de "éxito para Majadahonda".

La empresa Tempest se encargaría de explotar y conservar el centro de ocio infantil por 25 años. Como contrapartida pagaría al Ayuntamiento un canon de 21.000 euros anuales, cantidad que sólo consiguió ingresar el primer año de funcionamiento.

El proyecto, que pretendía atraer a las familias residentes en los alrededores, no funcionó y la empresa solicitó expediente de suspensión de pagos el 21 de julio de 1997. La explotación tampoco consiguió levantar cabeza con una renovación acometida en 1999, en la que se dotó al centro de actividades formativas, como una granja y talleres de naturaleza.

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Pago denunciado

Los socialistas majariegos también reprochan al equipo del gobierno, del PP, la poca atención que se presta al resto del parque, que no permanece vallado. El Ayuntamiento, por su parte, contesta que hay una empresa encargada de la limpieza y vigilancia. "Además, estamos hablando de un parque rústico, y como tal se cuida, no es un jardín", recalcan desde el Consistorio.

El Ayuntamiento decidió rescindir la concesión en julio de 2001 e indemnizar a la empresa con 270.400 euros. Consideraron que Tempest había realizado obras e instalaciones a requerimiento del Ayuntamiento que resultaban beneficiosas para el parque.

Esta decisión no fue compartida por el PSOE, que denunció el pago a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid por una presunta utilización indebida de fondos públicos. "El pueblo pagó por unas instalaciones que los propios técnicos municipales calificaron de inservibles e inútiles", mantienen.

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Sobre la firma

Esther Sánchez
Forma parte del equipo de Clima y Medio Ambiente y con anterioridad del suplemento Tierra. Está especializada en biodiversidad con especial preocupación por los conflictos que afectan a la naturaleza y al desarrollo sostenible. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y ha ejercido gran parte de su carrera profesional en EL PAÍS.

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