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Ricard Fornesa asume los objetivos de expansión de La Caixa en España

El nuevo presidente llama a recomponer las relaciones con Repsol

Ricard Fornesa, de 71 años, es desde ayer el nuevo presidente de La Caixa. El consejo de la tercera entidad financiera de España le eligió por unanimidad sucesor de Josep Vilarasau, que deja la primera línea de mando en La Caixa tras 27 años. Fornesa, que ha suscitado el consenso en el equipo directivo de las torres negras de la Diagonal y en los círculos políticos catalanes, asumirá "las pautas y estrategias" de expansión industrial y financiera de la Caixa en España. El nuevo presidente abogó por recomponer las relaciones con Repsol.

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Ricard Fornesa, un hombre que conoce bien los entresijos de la primera caja española porque lleva vinculado a ella casi el mismo tiempo que su antecesor, 25 años, se mostró dispuesto a "no dejar vacía" ninguna parte de las competencias del cargo, pese a que bromeó con el tiempo que le recortará su continuidad como presidente de Aguas de Barcelona (Agbar). Fornesa tildó de "desafío" su nueva responsabilidad, que asumió después de que Josep Vilarasau renunciase, forzado por la nueva ley catalana de cajas. El presidente saliente confesó que "no estaba muy contento" de irse, pero que "acata la ley". El Gobierno de Jordi Pujol ha impuesto un límite de 20 años, sumando los años acumulados en la dirección general, para que un consejero se mantenga en el cargo.

La salida de Vilarasau, cuyo ascendente en La Caixa se ha mantenido desde una presidencia no ejecutiva, se prevé que dibuje con más fuerza la figura de Isidre Fainé como director general de la entidad. Fainé hace tándem, bajo el paraguas del presidente, con Antoni Brufau, responsable del grupo industrial de la caja, la mayor cartera de participaciones de España.

Fornesa, que según los estatutos de La Caixa sólo puede afrontar un mandato, se centrará en coordinar las áreas financiera e industrial. El reto más inmediato en esta nueva etapa de la entidad, primer accionista de Repsol (12,5%) y de Gas Natural (31%), es la arriesgada OPA lanzada por la compañía gasista sobre Iberdrola, que ha chocado estrepitosamente con el lobby eléctrico y a la que se oponen la petrolera, el BBVA y la BBK. Tras defender la OPA, Fornesa abogó por que la operación "no dé lugar a fisuras" entre La Caixa y Repsol, que "deben continuar unidas". La cartera industrial, que hasta ahora ha solido sacarle brillo a las cuentas de La Caixa, explica el desplome en un 29,1% de los resultados obtenidos en 2002 (683 millones), no sólo por la caída del beneficio de sus participadas, sino por el impacto (341 millones de euros) del saneamiento de Repsol y Telefónica, de la que La Caixa posee un 3,6%.

La consigna de Vilarasau

Vilarasau salió del consejo como presidente de honor, cuyas tareas de representación compartirá con Juan Antonio Samaranch, a pesar de que hubo dos votos en contra. Fuentes de CC OO habían advertido que sus dos consejeros se opondrían a la presidencia honorífica si ésta continuaba implicando que Vilarasau, como Samaranch, asista a consejos y comités ejecutivos. En su despedida, el presidente saliente hizo un contundente alegato en favor de la independencia de la entidad. "La Caixa ha de ser independiente de todos, la Caixa sólo se debe a la Caixa, Fornesa hará esto perfectamente", manifestó Vilarasau, que se mantendrá presidente de la Fundación La Caixa, tras reconocer el respeto histórico de la Generalitat a las cajas, que "ahora ya no es así".

Ricard Fornesa y Josep Vilarasau, ayer, tras el relevo.
Ricard Fornesa y Josep Vilarasau, ayer, tras el relevo.CARLES RIBAS

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