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Unos vándalos derriban una pared de un colegio de Colmenarejo

La pared de un barracón del instituto de enseñanza secundaria Cañada Real, de Colmenarejo, se desplomó el pasado lunes durante el horario escolar por la acción de un grupo vandálico desconocido que desatornilló los anclajes del aula el fin de semana, según informaron fuentes de la Consejería de Educación.

Un alumno del tercer curso de la ESO tuvo que saltar para evitar el golpe cuando notó que la pared se venía abajo, pero la consecuencia más grave del incidente ha sido el miedo que se ha extendido entre los alumnos que reciben clase en alguno de los cinco edificios prefabricados ubicados en los patios del instituto.

El desplome de la pared provocó la reacción tanto de la dirección del centro como del inspector de Educación de la zona, que dieron instrucciones a la empresa suministradora de los prefabricados y responsable del mantenimiento de los mismos para que arreglara el desperfecto y garantizara el buen estado del resto.

La directora del centro escolar, que depende del IES de Galapagar, Elena Tubirca, explicó que durante meses los cristales y rejas de los prefabricados aparecían rotos tras los fines de semana, una situación que se calmó cuando el Ayuntamiento de Colmenarejo incrementó la vigilancia policial. La celebración del Carnaval y el buen tiempo parece que han propiciado de nuevo estas acciones, que se ceban especialmente con todo tipo de edificios prefabricados, cualquiera que sea su uso.

Los delegados de los alumnos de los cursos que se imparten en el instituto mantuvieron ayer una reunión con la directora para poner sobre la mesa su preocupación y recibir información sobre las medidas adoptadas. Elena Tubirca exime de cualquier responsabilidad a los alumnos escolarizados en el instituto Cañada Real y apunta a vándalos llegados de otras localidades como los presuntos delincuentes que saltan la valla del centro y se ceban con los pabellones.

Tras el arreglo del barracón, la dirección exigirá a las administraciones que limpien las pintadas -alguna de tinte racista- que cubren las paredes.

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