Julio Bocca dialoga con los tangos de Piazzola en el Cervantes de Málaga
"Los tangos de Piazzola son tan nuestros como la mozzarella y el aceite que chorrean de la pizza, como la suciedad y el ruido. Son lo cotidiano. Son Buenos Aires". A punto de cumplir 36 años y con la mirada puesta en una retirada del baile que no piensa aplazar mucho, el artista argentino Julio Bocca ha apostado por la riqueza de matices del compositor Astor Piazzola para un espectáculo, Bocca tango, en el que dialoga con su baile materno para exprimir todos sus matices, los conocidos y esperados y otros más heterodoxos y provocadores.
El Teatro Cervantes de Málaga será hoy (21.00 horas) el primer escenario español en acoger un montaje cuya coreografía ha diseñado Ana María Stekelman. Estrenado hace año y medio en Buenos Aires, el espectáculo estuvo programado en España la temporada pasada, pero los problemas de salud de Bocca le obligaron a cancelar las actuaciones.
"El motivo de que piense en la retirada es que veo que cada vez me cuesta más hacer la clase de ballet que hago, porque el cuerpo se resiente. Creo que me quedan cuatro años, pero pueden ser menos", comenta Bocca. "Pero eso no significa cortar mi relación con la escena", añade. "hace poco he estrenado una obra de teatro con Norma Aleandro (El hijo de la novia), he hecho cosas en televisión, he tocado el mimo y el clown, y pienso seguir vinculado a la danza a través de mi fundación o como director".
Bocca, que siempre ha aspirado a convertir la danza en espectáculo de masas -ha bailado en estadios ante miles de personas-, reafirma su personalidad artística coqueteando con tangos de Piazzola como Romance del diablo, Invierno porteño o Años de soledad junto a su compañía Ballet Argentino, con dirección musical de Julián Vat y dirección artística de Lino Patalano.
