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"La precariedad laboral es la principal inquietud de los jóvenes", asegura Cofferati

Retirado del sindicalismo tras encabezar una manifestación que congregó a tres millones de personas contra la política económica y social del Gobierno de Silvio Berlusconi, Sergio Cofferati, el ex secretario general del mayor sindicato de Italia, la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), asegura sentirse "preocupado" por el avance del liberalismo, que a su juicio repercute en una progresiva pérdida de los derechos de los trabajadores, sobre todo de los más jóvenes. Invitado por la Fundación Alternativas y la Fundación Catalunya Segle XXI, Cofferati pronunció el pasado viernes en Barcelona una conferencia bajo el título La izquierda posible, en la que reflexionó sobre los retos de las fuerzas progresistas para "corregir" los efectos negativos de la tan criticada globalización.

Uno ellos es la precariedad laboral, que se ha convertido en la "principal inquietud de los jóvenes", afirmó Cofferati en declaraciones a EL PAÍS. En su opinión, los jóvenes no lo tienen nada fácil. Salen del sistema educativo y se incorporan a un mercado laboral que "sólo" les ofrece "trabajos precarios, de baja calidad y mal remunerados". A la fuerza, sus expectativas se ven truncadas, mientras aumenta su "incertidumbre" e "intranquilidad" para emanciparse.

"Los jóvenes se enfrentan a un futuro incierto y preocupante" a corto y largo plazo, "pues el daño es doble", asegura Cofferati al advertir también de las repercusiones de la precariedad laboral en el sistema de las pensiones. Precisamente la temporalidad es uno de los mayores problemas apuntados por el ex sindicalista, que ha decidido volver a su puesto de trabajo en la empresa Pirelli tras ocho años al frente de la CGIL.

Flexibilidad laboral

Las elevadas tasas de temporalidad, que en España alcanza el 31%, responden a una tendencia europea, "sobre todo en los países con gobiernos de centro derecha", por la que las empresas recurren a la flexibilidad y a la reducción de costes para asegurar su competitividad, en lugar de apostar, como defiende Cofferati, por la calidad del trabajo, basada en la innovación y la formación. "Es una vía totalmente equivocada e ineficaz", dice, "que se traduce en relaciones laborales más precarias e inciertas y que no garantiza la cohesión social".

Ese modelo influye también en la siniestralidad laboral, sostiene Cofferati, ya que las estadísticas demuestran que buena parte de los accidentes laborales se producen en Italia en los primeros días de trabajo, por falta de formación de los empleados. Convertido en un punto de referencia de la izquierda europea, Cofferati espera la llegada de una alternativa que, dice, ahora empieza a desarrollar un gran movimiento social, formado mayoritariamente por jóvenes, que se apoya en discusiones y debates, como el del Foro Social Mundial de Porto Alegre.

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