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Reportaje:

Batalla jurídica por un castillo

El Ayuntamiento de Alaquás ocupa el palacio de las Cuatro Torres, mientras el propietario denuncia el caso ante el TSJ

El castillo de Alaquàs, monumento histórico-artístico nacional del siglo XVI, es testigo mudo de un singular torneo disputado entre el ayuntamiento y su hasta ayer propietario, Luis Lassala. Quizá sea la última batalla que presencien sus torres almenadas. En esta ocasión, la lid no es con espada y lanza; es un combate jurídico por la titularidad del edificio.

El palacio de Alaquàs es el monumento civil más importante de l'Horta Sud. Ayer, la familia Lassala, con lágrimas en los ojos y rabia contenida, perdió este último bastión fortificado de la comarca. Representantes de Lassala entregaron obligatoriamente las llaves del castillo al consistorio, acto oficial mediante el cual el palacio renacentista pasa a titularidad municipal y el Ayuntamiento lo ocupa efectivamente.

Con anterioridad, se había entregado a los propietarios 1,3 millón de euros, que es el valor determinado por el expediente de expropiación que tramita el consistorio, y cuyo precio final decidirá el Jurado Provincial de Expropiación Forzosa. La Generalitat avala esta acción, pues el pasado 19 de noviembre aprobó la urgente ocupación del castillo solicitada.

El alcalde de Alaquàs, el socialista Jorge Alarte, quiere utilizar el palacio como centro cultural, y justifica la apropiación alegando que la familia Lassala realizó reformas inadecuadas en el castillo sin rigor histórico y que lo utilizó para celebrar banquetes de boda. Un informe del arquitecto Vicent García revela que "se han ejecutado obras que han deteriorado el edificio", como por ejemplo la eliminación del pavimiento cerámico del claustro gótico, que fue substituido por cemento. Además, el propietario no ha redactado el preceptivo Plan Director de Conservación del monumento que exige la ley. El arma esgrimida por el consistorio es el Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Centro Histórico de Alaquàs, ratificado por la Generalitat en 2001 en base a la Ley de Patrimonio Artístico Valenciano de 1998. Esto ha abierto la vía legal para recuperar el castillo mediante la expropiación. De esta manera, Alaquàs se convierte en el primer municipio valenciano que recupera un castillo acogiéndose a esta normativa.

Sin embargo, la familia Lassala no se resigna a rendir la fortaleza. El TSJ valenciano admitió a trámite el 20 de diciembre un recurso de Luis Lassala solicitando la suspensión cautelar de la ocupación hasta que no lo resuelva una sentencia judicial. También se ha presentado solicitud de amparo al Defensor del Pueblo y al Síndic de Greuges. El recurso se fundamenta en sendos informes de la Consejería de Cultura y del catedrático de Construcciones Arquitectónicas de la Universidad Politécnica de Madrid, Juan Monjo Carrión, que revelan que el edificio está en buen estado y que la familia Lassala ha realizado reformas periódicas entre los años 1942 y 2000 que han evitado su destrucción, hecho avalado también por la Asociación de Amigos de Castillos de España. Un informe de la dirección general de Patrimonio de 18 de octubre constata que "el estado actual del castillo de Alaquàs no supone un riesgo grave de deterioro y pérdida". Pero la acción judicial no ha paralizado la ocupación.

Con la entrega de llaves del castillo, Alaquàs consuma la vieja reivindicación de la transición de revertir el castillo para el pueblo, una acción que ya planteó el primer alcalde democrático, Albert Taberner, y que ha sido apoyada también por historiadores y personalidades del mundo de la cultura de l'Horta.

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