_
_
_
_
_

La izquierda acusa a CiU de legislar contra Vilarasau y Serra Ramoneda

Enric Company

Los diputados Martí Carnicer (socialista) y José Luis López Bulla (Iniciativa per Catalunya-Verds) dijeron ayer desde la tribuna del parlamento catalán lo que durante las últimas semanas explicaban en voz baja en los pasillos de la cámara: el Gobierno de CiU modifica la legislación autonómica sobre cajas de ahorros con la única finalidad de apartar a los presidentes de las dos principales cajas catalanas, Josep Vilarasau, de la Caja de Pensiones de Barcelona La Caixa, y Antoni Serra Ramoneda, de Caixa de Catalunya.

"Echar de esta forma a los presidentes de las dos cajas más importantes de Cataluña es una irresponsabilidad imperdonable y cuestiona su estabilidad", afirmó Carnicer. Además de criticar el "intervencionismo" del Gobierno de Jordi Pujol, López Bulla afeó al presidente que se haya lanzado a esta operación para controlar La Caixa cuando es notorio, dijo, que "no ha sabido nunca gestionar el mundo financiero y bancario y ha sido siempre un desastre en esta materia".

El diputado de CiU Marià Curto defendió, en cambio, esta actuación del Gobierno catalán. "No puede ser que haya cargos vitalicios", afirmó, "y lo que se pretende con esta medida es acabar con perpetuidad de algunos cargos y facilitar la renovación".

"Un PRI europeo"

Estas palabras provocaron a su vez una contundente respuesta. "Ustedes no son nadie para dar lecciones en asuntos de edad y perpetuidad", recordó Martí Carnicer. El diputado se refería a que la modificación de la ley catalana de cajas de ahorros que promueve CiU fija un tope de edad para presidir las cajas e impide sumar más de 20 años de pertenencia a los consejos.

Pero, como destacó también López Bulla en un momento del denso debate, el Gobierno catalán y el Parlamento no están en condiciones de fijar topes de edad y duración en altos cargos de empresas y sociedades "cuando no los aplicamos a quienes estamos en la política".

La contradicción señalada por Carnicer y López Bulla estriba en que el tope de edad fijado por CiU para presidir una caja de ahorros son 70 años, cuando el presidente de la Generalitat cuenta ya 72. Y en que Pujol lleva ya 22 años en el cargo.

Tanto Martí Carnicer como López Bulla situaron esta actuación de CiU sobre las cajas de ahorros en el contexto de la toma de posiciones en instituciones de todo tipo que los nacionalistas catalanes llevan a cabo ante la expectativa de perder las próximas elecciones autonómicas. "El Gobierno de CiU se ha convertido en una máquina de condicionar el futuro de Cataluña con intereses partidistas", acusó Carnicer. López Bulla, por su parte, dijo que CiU se ha convertido en "un PRI europeo que agarra lo que no puede liderar".

El contrapunto a estas críticas lo puso el portavoz de ERC, Josep Huguet, al sostener que esta talla por el control de las cajas no es "lo esencial".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_