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CLÁSICOS DEL SIGLO XX: UNA INVITACIÓN A LA LECTURA

Historia de un compromiso

Jorge Amado nació en la hacienda de cacao que tenía su padre al sur del Estado brasileño de Bahía en 1912. Siendo adolescente comenzó a trabajar como periodista y en 1931 publicó su primera novela, O país do Carnaval. Dos años después se casa con Matilde García Rosa y lleva a la imprenta su segundo libro, Cacao, al que siguen Sudor y Jubiabá.

Se afilia al Partido Comunista de Brasil mientras cursa estudios de Derecho en Río de Janeiro y en 1937 aparece Capitanes de arena, novela que le enfrenta al régimen. Obligado a exiliarse en 1941, durante su destierro escribe Tierras del sinfín y una biografía del líder comunista Luis Carlos Prestes.

Vuelve a Brasil en 1944 y se separa de su primera esposa. Un año después se casa con Zélia Gattai y resulta elegido diputado de la Asamblea Nacional Constituyente, pero en 1947 parte de nuevo hacia el exilio.

Al volver a su país en 1955 empieza a alejarse de la actividad militante y se dedica por entero a la literatura. Tres años después aparece Gabriela, clavo y canela, y en 1961, fecha en la que publica Los viejos marineros, es elegido miembro de la Academia Brasileña de las Letras. Con la publicación durante la década siguiente de Doña Flor y sus dos maridos, La tienda de los milagros y Tereza Batista cansada de guerra, Amado consolida su proyección internacional. En 1977 aparece Tieta de agreste y cuatro años después empieza a recapitular su vida en Memoria de un niño, labor que continúa en Navegación de cabotaje, publicado en 1992. Nueve años después, el 6 de agosto de 2001, murió en Salvador de Bahía.

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