Los científicos intuyen que hay más vertido contaminante entre dos aguas
No se tiene la certeza total, pero los científicos temen que cerca de la costa gallega haya manchas de fuel semisumergidas, que no son visibles ni desde el mar ni desde el aire, y que en cualquier momento pueden derivar hacia tierra. El hidrocarburo pierde flotabilidad al contacto con las partículas suspendidas en el agua, que lo hacen más denso y pesado.
El vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, admitió ayer la posibilidad de que haya manchas entre dos aguas y de que, si salen a flote, provoquen nuevas mareas negras. "Vamos a tener los medios preparados, vamos a prever que pueda volver una nueva invasión de fuel a la costa, pero en este momento es muy arriesgado hacer una afirmación en uno u otro sentido", aseguró.
Es sólo una conjetura, pero basada en indicios sólidos. Alberto González Garcés, director del Instituto Español de Oceanografía en Vigo, recuerda que en esta ría aparecieron hace unos días manchas que nadie había avistado previamente. El Instituto Hidrográfico Portugués ha situado balizas sobre el agua para detectar concentraciones de fuel y ha encontrado que las señales que emitían sobre la presencia de hidrocarburos no podían ser confirmadas después en observaciones aéreas.
Los propios marineros se han dado cuenta del fenómeno. Francisco Iglesias, patrón mayor de la cofradía de O Grove (Pontevedra), relata que esta semana amenazaron la entrada sur de la Ría de Arosa manchas que tampoco habían advertido en sus vuelos los helicópteros de la Xunta y que, según la dirección del viento, no deberían haber evolucionado hacia allí. Si el fuel está entre dos aguas, es la corriente la que lo dirige y no el rumbo del viento, cuyas previsiones hasta el miércoles hacen pensar que la multitud de pequeñas manchas que flotan a la deriva frente a Galicia no regresarán de inmediato hacia la costa.
La otra amenaza latente, aunque de momento más lejana, son las grandes manchas localizadas en la zona donde se hundió el Prestige. El Gobierno ha empezado a asumir que provienen de las filtraciones en los tanques del buque. Rajoy admitió ayer que lo que pierde el petrolero es algo más que "hilillos" y que ha provocado una concentración de fuel en la superficie que intenta limpiar un buque succionador noruego, informa Pilar Marcos.
El submarino francés Nautile, además, localizó ayer la popa del Prestige a 3,7 kilómetros de distancia de la proa.
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