Zapatero critica el intervencionismo del Gobierno para condicionar el futuro de la fusión digital

El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, criticó ayer en la jornada anual de debates del Círculo de Economía, uno de los foros económicos y empresariales más influyentes de España, celebrado en Sitges (Barcelona), el afán intervencionista del Gobierno cuyo último capítulo ha sido el endurecimiento de las condiciones para la fusión digital.

Para Zapatero, el problema es que el modelo de liberalización aplicado por el Gobierno del PP está basado en un intervencionismo que incluso aboca a "un retorno de las tarifas reguladas". Y puso como ejemplo las 34 condiciones impuestas por el Gobierno a la fusión de las plataformas digitales Canal Satélite Digital (participada por el grupo PRISA, editor de EL PAÍS) y Vía Digital (controlada por Telefónica) , y que incluyen la regulación por el Ejecutivo de los precios que cobre la nueva plataforma fusionada en los próximos cuatro años.

Las exigencias del Gobierno amplían y endurecen las 10 propuestas que en su día fijó el Tribunal de Defensa de la Competencia. En esta línea, el dirigente socialista calificó de "curioso" que el Gobierno "marque las condiciones de una fusión empresarial por encima del Tribunal de la Competencia".

La idea esbozada por Zapatero es que el tipo de liberalización llevada a cabo por el PP en algunos sectores, entre los que citó la energía y las telecomunicaciones, ha sido "insuficiente" y "condicionado". Y sostuvo que eso ha sido posible por la "dependencia" respecto del Ministerio de Economía de los organismos reguladores, como el Tribunal de Defensa de la Competencia.

Hipotecado políticamente

Posteriormente, y a preguntas de los periodistas, el secretario general del PSOE agregó: "En su día, el Gobierno montó e inspiró una plataforma digital alternativa, que es Vía Digital, a través de Telefónica, que no era viable". Y, ahora, continuó, "cuando ha habido un proceso de fusión de las dos plataformas por razones fundamentalmente de viabilidad, el Gobierno está hipotecado por sus actuaciones políticas, y ha puesto unas condiciones que son sorprendentes para un Gobierno liberal". La conclusión de Zapatero fue que "lo que mal empieza, es difícil que acabe bien, y esto empezó mal por lo que hizo el Gobierno a través de Telefónica".

Distinta fue la opinión expresada por el ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, que participó en el mismo encuentro empresarial. Defendió la actuación del Gobierno asegurando que "ha hecho lo que entendía que debía hacer para garantizar que el proyecto empresarial de fusión sea acorde con los derechos de los usuarios y con el carácter abierto que tiene que tener esa plataforma ahora única".

Piqué señaló que si las empresas no aceptan las condiciones impuestas a la fusión "será el propio mercado el que se encargue de determinar como van a evolucionar las cosas". Acerca de las críticas provocadas por la decisión del Gobierno, Piqué destacó que "unos dicen que hemos ido demasiado lejos, pero otros dicen que nos hemos quedado cortos". Esto le permitió afirmar que "quizá hemos conseguido algo razonable, que lógicamente no puede contentar a todo el mundo".

En la misma línea, el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas, afirmó que el Gobierno no puede posicionarse ante la decisión de dos empresas, sino que "respeta" las condiciones planteadas "desde los órganos que tienen que preservar la competencia", y que sólo le corresponde defender el pluralismo informativo y el interés general y de los consumidores.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, se mostró cauteloso a la hora de valorar las condiciones, y aunque advirtió del peligro de concentración, indicó que en materia de apertura de competencia de los medios de comunicación "será el tiempo el que diga cuál es la consecuencia de esta intervención". No obstante dijo que, a su juicio, "es curioso como un Gobierno que se dice muy liberal, es liberal cuando le interesa y muy intervencionista cuando le conviene", informa Servimedia.

El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, se mostró disconforme con las condiciones porque, a su juicio, sólo afectan a los aspectos económicos de la fusión, pero no a los "aspectos sociales y el pluralismo político e informativo". El director de la Organización de Consumidores y Usuarios, José María Mújica, consideró "bueno" que se fije un control de precios.