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El PP impone la mayor sanción de su reglamento a los tres diputados que vieron la página porno

Pérez Huysmans presenta su dimisión como presidente de Nuevas Generaciones

El diputado regional del PP Miguel Ángel Pérez Huysmans presentó ayer su dimisión como presidente de Nuevas Generaciones de Madrid tras hacerse público que había visionado un vídeo pornográfico durante la celebración de un pleno dedicado al maltrato a la mujer. Pérez Huysmans ha sido sancionado además por su grupo con 901 euros, así como sus compañeros Colomán Trabado y Manuel Troitiño con 450 euros, por ver el vídeo que éste les mostró.

En una carta dirigida al presidente del PP madrileño, Pío García Escudero, Pérez Huysmans señala que ha tomado la decisión de dimitir para "liberar al PP y a Nuevas Generaciones de proyectar una imagen a la medida de la oposición". "Es mejor que no recaiga sobre mí la representación de la organización a la que he cedido mi juventud", añade. Según el diputado, la "magnificación" del suceso, ha sido "impresionante". "Da idea del poco control que tenemos sobre nuestros destinos, y no queriendo dañar al partido entiendo que estoy sujeto a la imagen", concluye.

El pasado viernes el grupo parlamentario popular anunció, tras la denuncia de los hechos por la cadena SER, que abriría un expediente informativo contra Pérez Huysmans y los otros dos diputados por visionar en el Parlamento el citado vídeo en un ordenador portátil cedido por la Asamblea. El grupo, reunido ayer con la presencia del presidente regional Alberto Ruiz-Gallardón, impuso la máxima pena incluida en su reglamento interno a los tres diputados que visionaron la página porno en el ordenador portátil de Pérez Huysmans. A éste, el grupo le ha sancionado con una multa de 901 euros (el doble de lo que recoge el reglamento como pena más grave).

El PP quiso poner ayer así punto final al caso con la comparecencia del jefe del grupo del PP en la Asamblea de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, quien anunció la sanción máxima para los tres parlamentarios. El grupo les ha hecho un apercibimiento e impuesto distintas multas. El apercibimiento es el mayor reproche y baldón político que se le puede hacer a un militante de un partido.

Luego, como matizó Miguel Ángel Villanueva, la sanción ha sido modulada en función de la falta que se le imputa a cada uno: a Manuel Troitiño y a Colomán Trabado -que se limitaron a mirar los movimientos lúbricos de la mujer que aparecía en la pantalla del ordenador- se les ha sancionado con una multa de 450,76 euros, la misma que se impone a un diputado cuando vota en contra de la disciplina de grupo. A Pérez Huysmans, además, se le ha doblado la sanción, algo inédito en la historia de la Asamblea.

La reunión del grupo popular, prevista con antelación y habitual antes del debate de los presupuestos, dedicó una parte de su tiempo a decidir qué tipo de sanción había de imponerse a los parlamentarios implicados en el escándalo de la página porno. Si bien los demás grupos han decidido no hacer de este asunto una "caza de brujas" - en expresión del portavoz adjunto de IU, Juan Ramón Sanz-, el PP ha aplicado un correctivo ejemplar, con el afán de dar por cerrado lo que Villanueva calificó como "un desagradable y reprobable incidente".

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El vía crucis de los diputados ha pasado también por tener que pedir perdón a sus compañeros de grupo, al PP por el daño causado y al presidente de la Cámara, Jesús Pedroche, por la mala imagen que hayan podido dar a la institución. Con estas sanciones no se quita, sin embargo, la sensación de que en la Asamblea se ha vivido un nada agradable resurgimiento de modos hipócritas. En privado, diputados de uno u otro signo reconocen que las cosas se han sacado de quicio.

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