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Deutsche Telekom sufre una pérdida récord en Europa de 24.900 millones

El Consejo de Administración nombró ayer nuevo presidente a Kai-Uwe Ricke

Javier Moreno

La situación económica en Alemania empeora a ojos vista, mientras las grandes empresas comunican pérdidas récord cada día. Ayer le tocó el turno a Deutsche Telekom, el antiguo monopolio alemán de las telecomunicaciones. La operadora mayor de Europa perdió en los primeros nueve meses del año la gigantesca cantidad de 24.900 millones de euros, la mayor cifra jamás registrada por las empresas que cotizan en la Bolsa de Francfort, y la más elevada de la historia empresarial en Europa. Como medida urgente, no se repartirá este año dividendo.

'Es una cifra brutal', reconoció el presidente interino de Deutsche Telekom, Helmut Sihler. 'Pero creemos que hay que afrontar las cosas como son de cara al futuro'. La mayor parte de las pérdidas (20.300 millones) son ajustes contables por la depreciación de las participaciones de Telekom en compañías de móviles en el extranjero y por el desastre de la telefonía móvil de tercera generación o UMTS. Sólo la participación de Deutsche Telekom en la estadounidense VoiceStream se ha llevado por delante 18.000 millones de euros. Sin embargo, el Ebitda (resultado antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) subió a 12.000 millones de euros (11.300 en el mismo periodo del año anterior), lo que sugiere que el negocio fundamental del gigante alemán no está tan castigado.Tal como estaba previsto, el Consejo de Administración eligió ayer a Kai-Uwe Ricke, de 41 años, nuevo presidente de Deutsche Telekom, en sustitución del defenestrado Ron Sommer, cuya carrera de compras a precios desorbitados e inversiones en la tercera generación UMTS justo antes del desplome de la nueva economía dejó a la empresa en su actual situación, con unas deudas de 64.000 millones de euros. Sihler ha sido sólo presidente interino durante unos meses. Hasta ayer, Ricke era el responsable del área de móviles y de Internet.

Además del desplome en Bolsa de los últimos dos años, los accionistas tienen que contar este año con que no recibirán dividendo, por lo que Deutsche Telekom se ahorrará 1.600 millones de euros. Los pequeños inversores saldrán perjudicados. Pero el Estado también, ya que dejará de percibir 700 millones de euros por su 43% de participación. Unos ingresos extraordinariamente necesarios por la crisis fiscal que atraviesa y que ha obligado al Ejecutivo a un presupuesto adicional de emergencia para poder acabar el año. Sihler, que hoy entregará el mando, aseguró que sería un error catastrófico suavizar el plan de ajuste, como piden los sindicatos, porque pondría en riesgo el futuro de la compañía. Los planes hablan de eliminar en tres años hasta 55.000 de los 250.000 empleos.

Kai-Uwe Ricke, durante su presentación ayer a la prensa.
Kai-Uwe Ricke, durante su presentación ayer a la prensa.REUTERS

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