La democracia no cierra
El llamamiento de Oriana Fallaci a los ciudadanos de Florencia para que expresen (...) su indignación contra la violencia moral que, en su opinión, impone el Foro Social Europeo a la ciudad nace de la exigencia de que nadie viole las leyes de la convivencia civil o devaste patrimonios artísticos y culturales. (...) En el caso de Florencia, como en otros casos análogos, la cordura obliga a distinguir entre la defensa de un principio, el de la libertad de asociación y manifestación establecido por la Constitución, y el problema contingente del lugar en el que tal derecho puede ser ejercitado sin que peligre la seguridad de una ciudad y de su patrimonio artístico. (...) Quien ha decidido que la manifestación se podía celebrar en Florencia ha asumido una seria responsabilidad, pero aún más grave habría sido prohibirla. (...) Si los Gobiernos democráticos suspenden el ejercicio de las libertades fundamentales, los violentos y los terroristas proclamarán que tienen razón. (...) Lo que parecería un acto de fuerza de la democracia sería, por el contrario, una manera de debilitarla. Oriana Fallaci (...) no puede ignorar la tesis de quien sostiene que la mejor defensa de la democracia es la que logra que no sean sacrificados sus principios fundamentales. Los ciudadanos de Florencia (...) pueden demostrar que poseen una virtud tan importante como el orgullo, el valor. Atrincherarse es una actitud de miedo, y lo que la democracia necesita son actitudes de valor como la de (...) hablar con los participantes en el Foro que quieran hablar, que son muchos.
Maurizio Viroli
Turín, 8 de noviembre
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.