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La discográfica Gaztelupeko Hotsak publica los nuevos trabajos de Petti, Arima Beltza y Split 77

Gaztelupeko Hotsak parece inmune al problema del pirateo, que está reduciendo el ritmo de edición de las discográficas vascas. Pese a la gris coyuntura, el sello guipuzcoano ha abierto el nuevo curso con la publicación de un disco por semana. Todos ellos en euskera. El último, Etxeko uzta, tercera entrega de Petti, se presentó hace sólo unos días.

En ese álbum, grabado en compañía de músicos como el guitarrista Joseba Irazoki y el cantante Xabier Montoia, el cantautor navarro ha vuelto a plasmar su pausada concepción del pop y del rock, adornado con toques folkies unas veces, más eléctrico, incisivo y guitarrero otras. También se sitúa en la frontera con el rockabilly siniestro, incluye una versión de Mark Lanegan y toma prestado un fragmento al veterano Mikel Laboa.

La firma editora presenta Etxeko uzta como un trabajo que rezuma 'oscuridad no exenta de optimismo'. Ese sería el sello de un trabajo confeccionado por un compositor, guitarrista y cantante que en sus declaraciones no oculta su gusto por el folk rock americano de Steve Wynn, Whiskytown, Neil Young, Lanegan, Nick Drake y hasta por el punk rock. Antes de que se ponga a trabajar en el blues, sus nuevas canciones se podrán escuchar el 8 de noviembre en Tolosa (sala Bonborenea), el 12 en Bilbao (Bilborock) y el 6 de diciembre en Durango (San Agustín), entre otras apariciones en público.

También ha visto la luz en octubre Antenna, el estreno discográfico de Split 77. Sus mentores aseguran que el conjunto bilbaíno 'conjuga melodías pop con temas rockeros, jugando un poco con la electrónica', pero quizá destaca más el manejo de la electricidad. 'Nuestra música puede ser escuchada en cualquier lugar', asegura el cantante y guitarrista Aritz Aranburu.

Otra novedad de Gaztelupeko Hotsak es Blues sustraia, segundo disco de Arima Beltza. El sexteto de Elgoibar, que el pasado año fue candidato a la Mejor Canción en Euskera en los Premios de la Música, ofrece blues rock aderezado con rhythm and blues, hard rock y baladas. Incluye una adaptación de Whole lotta love, de Led Zeppelin.

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