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Cataluña asumirá los residuos de Andorra tras el cierre de la incineradora

130 toneladas de basura doméstica cruzarán la frontera cada día

Tras el cierre del horno incinerador de La Comella, Cataluña asumirá todos los residuos que genera Andorra. El jueves salieron ya dos camiones con 40 toneladas de basuras, según la Junta de Residuos andorrana, en dirección a la planta de Hostalets de Pierola (Anoia). Cada día sadrán hacia vertederos controlados de Cataluña 130 toneladas de basura doméstica, además de los residuos sanitarios, cárnicos y fangos.

El coste para el Gobierno andorrano, hasta que no se acaben las obras de construcción del nuevo incinerador, previsto para 2005, es de 3,6 millones de euros anuales. A cambio, Cataluña podrá llevar parte de sus residuos a Andorra cuando entre en funcionamiento la nueva planta.

El cierre del viejo horno incinerador, por los grandes riesgos que suponía para la salud pública, con mucha contaminación del suelo en las zonas inmediatas, del aire y de los animales por las elevadas emisiones de dioxinas, (más de 1.000 veces lo permitido por la UE) ha provocado una oleada de reacciones en el Principado, y el Gobierno liberal de Marc Forné se está enfrentando a la peor crisis de credibilidad de todo su mandato.

La sesión parlamentaria de control celebrada anteayer puso de relieve importantes contradicciones en las explicaciones del Gobierno y evidenció que había estado escondiendo los resultados de los análisis desde el pasado 5 de septiembre. La oposición pidió la dimisión de la ministra Olga Adellach, a la que acusó de tener 'memoria selectiva' y de 'ocultar la verdad', en palabras del presidente del grupo parlamentario socialdemócrata, Jaume Bartomeu. Adellach asegura que no es necesaria su dimisión, pero las entidades ecologistas y ciudadanas se han unido para pedir la dimisión del Gobierno en pleno y también la del comú (Ayuntamiento) de Andorra la Vella.

USDA, el principal sindicato andorrano, considera que 'se ha puesto en peligro la salud de toda la población sin ningún escrúpulo ni remordimiento' y acusa al Ejecutivo de 'tirar pelotas fuera y de menospreciar las organizaciones y ciudadanos que avisaban de los peligros latentes'.

Vecinos afectados

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Las asociaciones de vecinos afectados -algunos viven a menos de dos kilómetros de distancia del horno clausurado- anuncian que emprenderán acciones legales ante los graves riesgos que para la salud ha supuesto mantenerlo abierto a pesar de sus reiteradas quejas por el humo tóxico. Las entidades ecologistas coinciden con políticos de la comarca vecina, Alt Urgell, como Jordi Ausàs, parlamentario de ERC, en que no se puede construir un nuevo horno, y que ya ha llegado el momento de potenciar la selección y el tratamiento de residuos, al margen de la incineración. El comú de Andorra la Vella ha anunciado en las últimas horas que iniciará una lucha legal para evitar que se vuelva a ubicar uana instalación como la clausurada.

Las reacciones de los pueblos fronterizos de Cataluña a los que podrían ir a parar los residuos de Andorra no se han hecho esperar. El alcalde de Ribera d'Urgellet, Toni Capdevila, expresó ayer su oposición frontal a que Andorra vierta basura doméstica y lodos de depuradora en la planta de compostaje de la Mancomunitat d'Escombreries de l'Urgellet, ya que considera que la instalación quedaría colapsada en dos años, informa Efe. Capdevila aseguró que si finalmente Andorra vierte residuos en la planta situada en La Seu d'Urgell, su Ayuntamiento, miembro de la citada mancomunidad, dejará de pagar la tasa de basuras y animará a los consistorios de Montferrer-Castellbó y de Les Valls de Valira a que dejen de aportar la cuota en señal de protesta.

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