_
_
_
_
_

Un juzgado indaga si hubo delito en el último vertido tóxico al Ibaizabal

La actuación judicial paraliza el expediente abierto por el Gobierno

Un juzgado de Durango investiga si hubo delito en el último vertido importante en el río Ibaizabal, a su paso por Amorebieta, que motivó la apertura de un expediente sancionador por parte del Gobierno vasco. El juzgado decidió actuar de oficio tras recibir el informe de la Ertzaintza por la muerte de miles de peces hace ahora casi un año a causa de una avería en la papelera de la empresa Smurfit, ubicada entre Amorebieta y Durango.

La agresión ecológica se produjo el pasado 31 de octubre. El informe elaborado posteriormente por la Dirección de Aguas determinó que se registró una avería en el sistema de pretratamiento de aguas residuales -antes de que se trasladen a la depuradora de Iurreta- de la papelera. Este fallo motivó que la depuradora recibiera un volumen de residuos superior al normal y, como consecuencia, la saturación de su sistema y el posterior vertido al río de aguas no depuradoras. Por eso, pocos días después, miles de peces aparecieron muertos.

El Departamento de Medio Ambiente abrió un expediente administrativo que resolvió con un acta sancionadora contra el Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia. Este organismo fue el destinatario del expediente, ya que tiene el permiso de vertido al Ibaizabal. La papelera Smurfit deposita sus aguas residuales en la depuradora. En la resolución, se califica la sanción como menos grave, para la que la ley establece multas de entre 6.000 y 30.000 euros, a lo que se suman los daños al dominio público (el río), que se han calculado en 12.000 euros (dos millones de pesetas).

Pero esta vía administrativa se ha paralizado tras la intervención de oficio del juzgado de Durango, que ha abierto diligencias penales. 'Si no hubiera delito, se archivaría y continuaría la vía administrativa. Pero no sabemos cuando tomará la decisión el juez', aseguró un portavoz de Medio Ambiente.

Smurfit, empresa irlandesa líder en el tratamiento del embalaje de papel, declaró el pasado año ante la Dirección de Aguas que dio el aviso cuando ocurrió el accidente pero, 'al producirse por la noche, el problema es que no había nadie trabajando en la depuradora'. Esta firma cuenta con otras planta similares a ésta en Jaén, Valladolid y otra papelera en Zalla, aunque ésta se dedica a transformar sacos de papel. En 1997 compró la papelera de Durango a la empresa francesa Saint Gobain, que protagonizó los mayores desastres ecológicos en el Ibaizabal en los años 90. Únicamente entre 1990 y 1995 se registraron cinco vertidos tóxicos importantes a este río.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_