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La BOS abre su nueva programación con el violinista Shlomo Mintz

El director de la orquesta le sitúa 'a la cabeza de su generación'

La Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS) volverá a reencontrarse con el público de su temporada de abono esta tarde con un solista excepcional para interpretar el Concierto para violín, de Sibelius: el violinista israelí Shlomo Mintz. 'Es el gran hombre del violín, de una grandísima experiencia', dijo ayer de Mintz el director de la BOS, Juan José Mena . El concierto inaugural se completará con la Sinfonía número 5, de Mahler.

El primer concierto de la temporada de abono se repetirá mañana en la sede oficial de la formación, el Palacio Euskalduna de Bilbao. Mena situó ayer a Mintz a la cabeza de 'la última generación de grandísimos violinistas'. Nacido en Moscú en 1957, Mintz se trasladó con su familia a Israel a los dos años. Ha sido un músico precoz: con 11 años tocaba por vez primera con la Filarmónica de Israel y recién cumplidos los 16 debutó en el Carnegie Hall, de Nueva York.

La obra de Sibelius es el primero de los tres grandes conciertos para violín que la BOS ha programado esta temporada con solistas de renombre internacional y que constituyen uno de los bloques fundamentales del abono. El próximo mes de enero llegará el de Chaikovsky, con Joshua Bell, y en mayo, el de Beethoven, con Dmitri Sitkovetsky.

La temporada 2002-2003 será la cuarta de Juan José Mena (Vitoria, 1965) como director artístico de la BOS. La orquesta ofrecerá a sus abonados 19 conciertos sinfónicos, uno más que la temporada anterior. Además de las grandes piezas sinfónicas (la Quinta de Mahler y la Sinfonía alpina de Strauss, entre otras), abordará el repertorio romántico y prestará atención especial a la música sinfónica coral, que se plasmará en La pasión según san Mateo, de Bach, y la Misa solemnis, de Beethoven, en la que colaborará el Coro Filarmónico de Praga.

Los conciertos de cámara se abrirán este año a intérpretes ajenos a la BOS, los que permitira acercarse a otros repertorios.

Ópera barroca

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El Teatro Arriaga ofrecerá este otoño un ciclo de ópera barroca, organizado por la Fundación Bilbao 700. El estreno de la versión que ha realizado Lindsay Kemp de The Fairy Queen, de Henry Purcell, abrirá el programa el 27 de septiembre, con la orquesta y el coro Les Talents Lyriques. El montaje respeta la tradición inglesa de la semiópera en un espectáculo teatral con partes cantadas e instrumentales que también intercala danza y usa efectos creados por la maquinaria escénica.

El segundo título barroco será Theodora, de Händel (9 de noviembre), un oratorio puesto en escena por Vicent Broussard y dirigido musicalmente por Rinaldo Alessandrini, con la participación del Concerto Italiano y el coro de la Generalitat valenciana. El vestuario ha sido diseñado por Christian Lacroix.

Theodora, un singular drama religioso que no está inspirado en la Biblia ni en los libros apócrifos, transcurre en el principio de la era cristina y está marcado por un sentimiento de respeto a otras creencias y a favor de la libertad religiosa.

Le Jardin des Voix cerrará el ciclo de ópera barroca (15 de noviembre). William Christie dirigirá a Les Arts Florissants en fragmentos de óperas de Purcell, Rameau, Händel, Vivaldi y Monteverdi.

Tanto The Fairy Queen como Theodora son coproducciones de la Fundación Bilbao700 y Salamanca 2002, capital europea de la cultura.

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