El PP fracasa en su intento de nombrar director de la Fundación Miró a un nieto del artista
El Ayuntamiento de Palma de Mallorca, controlado por el PP, pretendió solventar la crisis en la dirección de la Fundación Pilar y Joan Miró en Mallorca, y al tiempo apaciguar el enfrentamiento que mantiene abierto con la familia de los mecenas, ofreciendo la gestión y control de la entidad a Joan Punyet Miró, uno de los tres nietos del artista. La propuesta fracasó porque Punyet la descartó de inmediato.
La familia Miró decidió en julio retirar sus colecciones particulares depositadas en las salas de la entidad, en disconformidad por el cese unilateral del director Aurelio Torrente. La fundación nació gracias a los legados en obra y terrenos de Pilar Juncosa y Joan Miró. Torrente es un gestor cultural que tiene la confianza de los herederos y preparaba diversos proyectos. Torrente fue atacado por los empleados y el Ayuntamiento lo cesó sin consultar a los Miró. El hasta ahora director cesó ayer formalmente y abandonó su despacho en la fundación, que ha quedado sin responsable y sin programaciones futuras.
La teniente de alcalde de Cultura de Palma y delegada municipal en la fundación, Carmen Feliu, aseguró ayer que el Ayuntamiento intentó solventar el problema generado sin reconsiderar su decisión de cesar a Torrente. Feliu añadió que el Ayuntamiento 'no ha buscado otro director de la fundación para un período tan breve hasta las elecciones de mayo de 2003, y yo mientras no seré la directora'. La regidora de Cultura no negó, sin embargo, que altos cargos de su departamento se hayan entrevistado con posibles nuevos gestores.
