El IVAM se aproxima a través de 70 dibujos de Jacques Lipchitz a la génesis de su escultura cubista
Jacques Lipchitz decía que no le interesaba 'sacar algo bello de sus dibujos, sino más bien obtener un punto de partida para poder construir en piedra o una referencia sobre la cual volver a examinar una escultura terminada'. Por eso los más de 70 dibujos del escultor cubista, nacido en Lituania (1891-1973), que se exhiben en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) no presentan los trazos precisos de un dibujante, sino los volúmenes y formas difusas propias de la escultura.
El director del museo, Kosme de Barañano, destacó ayer durante la presentación de la muestra 'la obra estilizada y abierta' de Lipchitz, considerado uno de los creadores del cubismo en el París de principios del siglo XX. Según Barañano, el dibujo fue para Lipchitz un banco de pruebas en el que mostró rigor, precisión y agilidad: 'Es un dibujo de un escultor y no de un pintor'.
La exposición se compone de bocetos preliminares en los que el artista daba forma sobre el papel a su primera idea para una escultura, así como de dibujos de obras ya acabadas a través de los cuales profundizaba o introducía variaciones en la escultura original. 'La muestra se inicia con los dibujos más clásicos de la primera década del siglo XX y luego evoluciona hacia dibujos más libres e incluso más barrocos por su mayor expresividad', señaló el comisario de la exposición, Josep Salvador. Los temas mitológicos, por los que sentía predilección, correspondientes a su etapa de los años treinta y 'la obra más monumental', que coincide con la estancia del artista en Nueva York en los años cuarenta, completan, según Salvador, el recorrido de la exhibición.
La exposición, que permanecerá abierta al público hasta el 22 de septiembre ha sido posible gracias a la colaboración de las galerías Marlborough de Nueva York y Vaduz (Liechtenstein) y de Hanno Mott, hijo de la viuda de Lipchitz. Barañano agradeció a Mott, presente durante la inauguración, la cesión para la muestra del 80% de su colección y la donación de 38 yesos de Lipchitz, que se exhibirán a partir de octubre.
