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Reportaje:

Gigantes nórdicos con pies de barro

La crisis de las telecomunicaciones pone a Ericsson, Nokia y Sonera contra las cuerdas

La crisis de las telecomunicaciones ha abierto grandes vías de agua en los gigantes nórdicos del sector -Ericcson, Nokia y Sonera-. Las continuas caídas de ventas y beneficios y el enorme endeudamiento que arrastran algunas de ellas ha encendido la voz de alarma en los mercados. Ampliaciones de capital, venta de activos y miles de despidos, son los remedios anunciados para evitar el naufragio.

Las ventas de teléfonos móviles no han dejado de caer desde hace dos años y los analistas dudan que el mercado se recupere a corto plazo
Nokia, la que mejor resultados ha tenido en el semestre, ha reducido en un 20% sus previsiones de venta de sistemas para este año
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El testimonio más elocuente de la situación de las grandes empresas nórdicas de telecomunicaciones está dado por el hecho de que las pérdidas, si son menores que las del mismo periodo del año anterior, son celebradas como un triunfo. En algunos casos, simplemente si las pérdidas son menores de lo esperado, es considerado un resultado positivo. El último episodio al respecto se registró esta semana con la sueca Telia -cuya unión con la finlandesa Sonera fue recientemente bendecida por la Comisión Europea- al presentar los resultados del segundo trimestre de este año, que arrojaron pérdidas por valor de 78 millones de coronas para el segundo trimestre, contra una ganancia de 909 millones en el mismo periodo del año anterior.

Una semana antes, el gigante sueco del sector, Ericsson, ofreció pérdidas para el trimestre de un monto de 3.500 millones de coronas, algo menores que los 5.400 millones de coronas del mismo periodo del año anterior, lo que, dentro de la gravedad, fue considerado un síntoma débilmente alentador.

Miles de despidos

En ambos casos, salvando la distancia existente entre una pequeña empresa nacional y una transnacional con implantación en todo el mundo, la receta es que la reducción de costes continuará con mano firme, lo que equivale a decir que habra nuevas supresiones de puestos de trabajo. Ericsson fijó el número en unos 5.000 para el periodo de un año y Telia rehusó mencionar cifras. Pero los números son elocuentes: hace un año la empresa tenía 22.468 empleados y actualmente tiene 16.561 y, según anunció ayer su nuevo presidente, Anders Igel, los ajustes continuarán. Por su parte, su socia Sonera, que tuvo también resultados negativos, ha disminuido su personal en un año desde 11.115 hasta 8.198 en junio pasado. Y la tendencia continuará.

Un panorama más alentador, en un entorno mundial que se agravó considerablemente después de los recientes escándalos financieros en Estados Unidos, lo presentó la finlandesa Nokia con las cifras de su segundo trimestre, 12.000 millones de coronas y 24.000 millones de coronas en el primer semestre. Pero estos resultados, comparativamente brillantes, no ocultan el hecho de que Nokia debió rectificar a la baja anteriores pronósticos y en el conjunto de las ventas tuvo un retroceso aproximado al 20%, perticularmente en la venta de sistemas, que no es su punto fuerte y en el que depende fuertemente del mercado europeo. Mantiene, sin embargo, invariable su posición de líder mundial en los teléfonos móviles.

Nokia se encuentra precisamente ahora en una fase de transición en lo que se refiere a los teléfonos móviles, con la previsión de nuevos modelos más avanzados, que serán presentados en el último trimestre de este año.

Esto compensa en parte la disminución de las ventas de sistemas, que fueron las mayores y que también afectaron, aunque en menor grado, a Ericsson, que tiene en ellos (los sistemas) su núcleo más poderoso. Pero la disminución, para ambas empresas, de las ventas de sistemas en China ensombrecen todavía más, especialmente para Ericsson, las perspectivas de futuro.

Jorma Ollila, el director ejecutivo de Nokia, cuyo optimismo no siempre es compartido por los analistas del mercado, contrasta con el pesimismo de su homónimo de Ericsson, Kurt Hellström, lanzó en medio de este panorama poco alentador un mensaje tranquilizador reiterando su convicción de un crecimiento de los beneficios para el año en curso. Basado principalmente en el crecimiento de su participación en el mercado mundial de los teléfonos, en el es que líder mundial y que responde por el 78% de las ventas del consorcio.

El ejecutivo finlandés está convencido que este año se venderán entre 400 y 420 millones de teléfonos móviles en el mundo, lo que supondría un aumento del 8% respecto al año anterior. Si ello ocurre, Nokia podría alcanzar su participación en el mercado mundial a un 40%. Y promete que a comienzos del año próximo empezará a vender 10 tipos diferentes de teléfonos móviles con pantalla de color y otras finezas tecnológicas.

Los analistas del mercado dudan de que las ventas de teléfonos alcancen este año las cifras mencionadas. Desde el año 2000, en el que se alcanzó el récord de ventas con 413 millones de unidades, la tendencia ha sido a la baja.

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