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Reportaje:

Sin trabajo a los 55 años

El cierre de una fábrica de la multinacional Flextronics en Leganés pondrá en la calle a 156 familias

La desgracia de Daría Neila González no es sólo que a los 55 años está a un paso de quedarse sin trabajo por el cierre inminente de la fábrica que la multinacional tecnológica Flextronics tiene en Leganés. La mayor desgracia es que sus dos hermanas, de 53 y 44 años, pasan también por el trago amargo de encontrarse a las puertas del despido por el cese de actividad de Sanmina-SCI, otra multinacional cuya fábrica se halla igualmente en aquel municipio.

La noticia ha sumergido a la familia de Daría en una gran depresión: 'Mi padre, que tiene casi 80 años, me llama siempre para preguntar qué ha pasado. Si por fin esto se arregla o no', cuenta Daría con una enorme tristeza en sus ojos.

En la sede de Flextronics en Leganés todavía permanecen amontonados colchonetas y sacos de dormir que los 156 trabajadores de la plantilla llevaron hasta allí para pasar largas noches de encierro. Así, encerrados, sumaron desde el pasado 15 de mayo 12 días 'con las puertas atrancadas y encadenadas' para protestar contra un cierre que aún no pueden creer ni entender. Ahora esperan la decisión de la empresa.

'Con 55 años ¿qué hago yo? ¿Adónde voy? ¿Qué va a ser de nosotros? Es que parece que aquí se acabó todo...', repite una y otra vez Daría. A su lado, sus compañeros, tan al borde del despido como ella, se suman a su desesperación: 'Lo peor es que parece que estamos luchando contra nadie', señala Miguel Espinosa, de 55 años y padre de dos hijos en edad escolar.

Daría y sus hermanas Esther y Quini eran empleadas de la fábrica que la multinacional sueca Ericcson posee en Leganés. Cuando la compañía decidió, en 1998, externalizar su producción, parte de la plantilla fue a parar a manos de dos empresas distintas. Unos 160 empleados pasaron a formar parte de la compañía Chatham Tecnologies y 220 más a Sanmina-SCI, fabricante de materiales para telefonía móvil. En 2000, el gigante tecnológico estadounidense Flextronics, una sociedad subcontratista que se ha convertido en la primera fabricante mundial de teléfonos móviles, adquirió Chatham y a sus trabajadores. Daría, que llevaba 28 años en Ericsson, se fue a Flextronics, y sus hermanas, casi tan antiguas como ella, a Sanmina.

Hasta el pasado abril la situación en ambas empresas parecía normal, pero repentinamente Sanmina anunció el cierre de su fábrica. Y después lo hizo Flextronics. Así comenzó, entonces, el calvario de cientos de trabajadores cuya media de edad supera los 50 años y que perciben al mes un sueldo de 841 euros.

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La plantilla de Sanmina-SCI comenzó a movilizarse y, tras fuertes presiones que incluyeron un encierro en la sede de la fábrica, logró un principio de acuerdo con la directiva. 'Estamos intentando concretar un compromiso que pasa por planes de rentas, recolocaciones y bajas incentivadas', explica un portavoz sindical. En Flextronics, en cambio, la situación no está nada clara. Aun así, los trabajadores dicen estar dispuestos a luchar 'pase lo que pase'. 'Es que no pedimos nada más que trabajar; tenemos muchas ganar de pelear porque estamos todos muy cabreados', dicen Daría y varios compañeros más.

La empresa, de momento, sólo ha anunciado, según el portavoz sindical Ángel Jurado, que se reunirá con la plantilla el próximo lunes para comunicarle su decisión. Este periódico ha intentado, sin éxito, recabar la versión de los responsables de la compañía en Madrid.

En su desesperación, los trabajadores llegaron al punto de mantener retenidos durante nueve horas al director general y al jefe de Recursos Humanos de la empresa el pasado 15 de mayo. Y ayer desfilaron desde Atocha hasta la sede de Ericsson, en la calle de Retama, para reclamar su atención. Los trabajadores acusan a esta empresa de incumplir los acuerdos que adquirió con Flextronics para garantizar la continuidad de la plantilla. Al respecto, un portavoz de esta compañía afirma: 'Estos señores dejaron la empresa con una indemnización y al día siguiente ya tenían trabajo. Los acuerdos con Sanmina y con Flextronics ya se han cumplido. Ésta no es nuestra responsabilidad'.

A la marcha acudieron, entre otros, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares; el alcalde de Leganés, José Luis Pérez Ráez, del PSOE; la diputada socialista Teresa Nevado y su homólogo de IU Julio Setién. Antes, el consejero de Trabajo, Luis Peral, se reunió con los trabajadores para escuchar su caso.

Los empleados anuncian que continuarán llevando su lucha a la calle. Y más ahora, cuando el Gobierno central ha emprendido una polémica reforma del paro contra la que los sindicatos han convocado una huelga general el 20 de junio. 'Vamos a pelear a capa y espada porque es lo único que nos queda en la vida', asegura Daría, aferrada a la esperanza de que no perderá su trabajo.

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