Agradecimiento
Quisiera aprovechar esta sección de EL PAÍS para agradecer públicamente a Álex Grijelmo, no sólo el maravilloso artículo Un diccionario más rico y más pobre, publicado en el diario del miércoles 1 de mayo, sino por su libro Defensa apasionada del idioma español y otras tantas invaluables aportaciones a nuestro idioma. Es gratificante constatar, una vez más, la existencia de amantes de las palabras (con quienes me identifico plenamente), que aprecian las variantes del español en nuestra América Latina. El reciente cambio de actitud por parte de la Academia era más que necesario y, por lo tanto, bienvenido. Lástima por los neologismos y anglicismos innecesarios: aquí también coincido plenamente con la opinión de Álex Grijelmo.
En días pasados leí un ensayo titulado 'El fiasco del nuevo diccionario', de Martín Semprún, publicado en Fundetel (revista de la Fundación Rogelio Segovia para el Desarrollo de las Telecomunicaciones, Universidad Politécnica de Madrid), cuyo chovinismo lingüístico me provocó tanto cólera como tristeza (cita textual: 'las incorporaciones introducidas por mejicanos, argentinos y demás parientes, que nos han devuelto el idioma en jerigonza'), sobre todo por los lazos afectivos que me unen a España. Ante semejante desdén, el artículo de Álex Grijelmo llega a estas tierras como bocanada de aire fresco.