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Bellido señala a la cuñada de Aznar y a la suegra de Cascos como claves en su destitución

El Comité Ejecutivo del PP andaluz ratifica la disolución de la dirección de Córdoba

El senador Enrique Bellido, ex presidente del PP de Córdoba, aseguró ayer que las opiniones de María Jesús Botella, cuñada de José María Aznar, y de María Antonia Cuadrado, suegra de Francisco Álvarez-Cascos, 'han mediatizado de una manera muy clara' a la dirección regional en su actitud ante la crisis que sufre esta organización. Para Bellido, los criterios de Botella, portavoz del PP en la Diputación, y de Cuadrado, concejal en el Ayuntamiento de la capital, 'han tenido mucho que ver' en la decisión de la dirección regional del PP de disolver los órganos ejecutivos de Córdoba y de nombrar una gestora. Bellido dijo de Botella y Cuadrado que 'cuentan como valor fundamental para estar en política' sus 'parentescos'.

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Las 'críticas' al presidente

Bellido también apuntó a Rafael Merino, ex alcalde de Córdoba, como otro de los responsables de que no se haya superado la desunión que surgió tras su victoria en el último congreso provincial del partido, celebrado en septiembre de 2000. De todos los actores implicados en la refriega, el senador sólo dejó fuera al presidente del PP, José María Aznar, y a la presidenta regional, Teófila Martínez. Expresó sus dudas sobre el papel del secretario general del PP, Javier Arenas, sobre todo, dijo, porque los críticos le han relacionado con los movimientos que han realizado.

Particularmente negativa es su valoración del papel jugado por el europarlamentario Juan Ojeda, del que dijo no saber 'por qué se ha inmiscuido' en esa operación de derribo, y al que calificó 'como un político oscuro' y del que no comprende sus críticas, ya que desde que ocupa escaño en el Parlamento Europeo 'no ha trabajado para el partido en la provincia'.

Bellido hizo estas manifestaciones en Córdoba, después de dejar pasar una noche para reflexionar sobre la decisión que tomó el domingo la dirección regional del PP de disolver los órganos ejecutivos provinciales. Esta propuesta de disolución fue debatida y aprobada ayer por la noche por el Comité Ejecutivo Regional del PP, el máximo órgano entre congresos.

El secretario general del PP, Antonio Sanz, presentó un informe sobre la crisis de Córdoba, que enfrentaba a Bellido con un grupo de cargos institucionales liderados por Ojeda, Merino y Botella. A este comité acudieron unos 60 dirigentes y, según dijo Teófila Martínez, la propuesta fue aprobada por unanimidad.

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'Demérito'

En Córdoba, Bellido recordó que en 2000 fue disuadido por Sanz para que no se presentara a la presidencia del PP. 'Cuando le pregunté qué demérito tenía yo para no ser candidato, me contestó que Merino era el referente del partido en Córdoba y que no quería que fuese el presidente del partido', dijo Bellido, que añadió que un año y medio después Merino ha conseguido su objetivo pero al precio de perder su credibilidad.

El ya ex presidente del PP de Córdoba anunció que no se presentará al congreso extraordinario que convocará la comisión gestora nombrada por la dirección regional, dirigida por Luis Martín, concejal de Córdoba y miembro del sector crítico. Para Bellido, lo ocurrido hace un gran daño al partido, ya que vulnera el mandato constitucional que define a las formaciones políticas como organizaciones de funcionamiento democrático.

Por su parte, Martínez eludió hacer cualquier comentario sobre las declaraciones de Bellido y se limitó a señalar que la gestora era la única salida para resolver 'un problema de esta índole'. Pese a la magnitud de la crisis, Martínez habló de 'desencuentros importantes' entre dirigentes provinciales para justificar la decisión de la dirección regional, a la que intentó salvar de la imagen de que se ha alineado con los críticos. Y aunque las heridas no están ni mucho menos cerradas, la presidenta regional dio por 'zanjada' la crisis. La presidenta regional evitó pronunciarse por las razones de unos y otros, sobre la responsabilidad de cada parte en la crisis, y sentenció: 'Nadie sobra en el partido'.

Mientras, el presidente de la Junta, Manuel Chaves, se preguntó en Cádiz: '¿Dónde estaría yo ahora mismo si, como secretario general, hubiera hecho lo mismo que ha hecho el PP en Córdoba? ¿Dónde me pondrían?'.

José Angel Palomares, ex secretario del PP de Córdoba, a la izquierda, y Enrique Bellido, ayer en Córdoba.
José Angel Palomares, ex secretario del PP de Córdoba, a la izquierda, y Enrique Bellido, ayer en Córdoba.F. J. VARGAS

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