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Crítica:ARTE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La inocencia plástica de Peinado

Margot Molina

Francisco Peinado jura y perjura que se enfrenta virgen al lienzo, o cualquier otro material en el que haya puesto el ojo. Asegura que su mano vaga libremente por el espacio y que el tema de sus obras es algo totalmente secundario. Contemplar el resultado, tan directo, punzante, desnudo y autobiográfico, hace dudar de sus palabras al más crédulo. Sin embargo, Peinado, que siempre ha vivido y creado al margen del mundo, insiste en su inocencia plástica. Quizá sea verdad y lo que el espectador ve en sus obras es el inconsciente del artista.

Peinado (Málaga, 1941) se formó en Brasil -país al que se trasladó con su familia a los 11 años-, sus obras todavía destilan ese realismo mágico y exuberante fruto de su formación en São Paulo. Su figuración inicial ha ido perdiendo los colores por el camino y acercándose a un expresionismo muy personal. El pintor volvió a España en 1963 y desde 1979 reside en Málaga. Su casa de Alhaurín de la Torre, en medio de un pinar, es el refugio perfecto de este artista que ejerce tres días de ermitaño y, al cuarto, se da una zambullida en el mundo.

HACIA LO DIVERSO

Galería Javier Marín Duquesa de Parcent, 12. Málaga Hasta el 11 de mayo

Una de las pruebas de su inocencia plástica es La huida, (un lienzo de 300x200 centímetros que es el primero que realiza con esmalte sintético), el artista decidió cambiarle el título cuando lo vio colgado en la galería. Antes se llamaba El equilibrista y es el de mayor formato de cuantos presenta en la muestra Hacia lo diverso. La galería malagueña Javier Marín (antes Marín Galy) exhibe 27 obras, entre pinturas, dibujos y esculturas, en las que Peinado ha recuperado el color y el optimismo.

El artista, que sufrió una grave operación en enero de 2001, saltó a la tridimensionalidad hace un lustro con sus ataúdes de madera pintados y a escala casi real. Sin saberlo, vaticinó su enfermedad en estas piezas y en óleos en los que cruces y vampiros adquirían cada vez más protagonismo. Hacia lo diverso es una muestra totalmente autobiográfica, en la que los colores blancos y ocres de un nuevo sarcófago o sus collages sobre papel hablan de su mejoría.

Francisco Peinado, con obras en las colecciones del MOMA de Nueva York o el Museo Reina Sofía de Madrid, ha conjurado sus fantasmas en la obra que preside la muestra: The somier of Peinado. La base sobre la que ha descansado es una especie de diario tridimensional en la que el pintor analiza de forma descarnada sus relaciones de pareja.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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