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Telia crea el móvil nórdico

La compra de Sonera es un primer paso hacia nuevas alianzas en un mercado incierto

La anunciada compra de la finlandesa Sonera por parte de la sueca Telia, por 9.840 millones de euros, es el primer paso en la estrategia expansiva de esta última compañía de telecomunicaciones para crear un 'pequeño gigante' del sector en la Europa nórdica, aunque sólo alcance aún un modesto undécimo lugar en la lista de las grandes operadoras del Viejo Continente.

La telefónica sueca va a pagar por la compañía finlandesa, si la CE autoriza la operación, 9.840 millones de euros

El ranking del sector europeo de las telecomunicacions está encabezado por las grandes operadoras Deutsche Telekom, France Telecom, la española Telefónica Móviles y Telecom Italia, entre otras. En ese mercado de gigantes, la nueva compañía que surja de la alianza entre la finlandesa Sonera y la sueca Telia solamente le situará en el úndecimo puesto, con 9,3 millones de clientes, unas ventas conjuntas de más de 9.000 millones de euros y 37.000 empleados. Pero es el primer paso de la compañía sueca para emprender nuevas aventuras de crecimiento.

En un mercado dinámico e inestable, en constante presión sobre los precios y nuevos competidores para hacerse la mejor posición posible en el reparto del mercado, la única posibilidad, a veces cargada de riesgos, como es el caso de esta nueva fusión, es expandirse para poder crecer.

Al menos por parte de la dirección de Telia como del Gobierno sueco, la decisión enfatizada por ambos es la de proseguir un plan de alianzas en la que la antigua Tele Danmark (ahora TDC) es uno de los objetivos primeros. Ya han existido conversaciones entre ambas, que ya se sabe, no son rápidas -las negociaciones entre Telia y Sonera se alargaron durante dos años-, pero si concluyen en un nuevo acuerdo la estrategia nórdica daría otro paso importante hacia el afianzamiento de su posición, especialmente en el sector de la telefonía móvil.

La nueva Telia-Sonera, cuyo nombre definitivo aún no está decidido, así como muchos e importantes detalles que serán materia de discusión en el proceso en marcha, se plantea un plan de reducción de gastos estimado, a partir del ejercicio 2005, en torno a los 3.000 millones de coronas anuales por concepto de diversas sinergias, entre ellas la reducción de personal, aunque este punto fue eludido durante la conferencia en la que se anunció el acuerdo.

A diferencia de lo ocurrido con las negociaciones, acuerdo y finalmente ruptura del proceso similar entre Telia y la noruega Telenor, cuatro años atrás, que estuvo plagado de recelos, pequeñas disputas de poder, según los analistas por la participación demasiado activa de representantes gubernamentales de ambos países, esta vez, y pese a las diferencias 'culturales' y de temperamento entre la clase financiera sueco-finlandesa, el proceso transcurrió fluidamente. El análisis y pronunciamiento de la Comisión Europea que dirá la última palabra sobre el acuerdo se estima que llevará entre dos a seis meses, y la previsible objeción a que la nueva empresa sea demasiado fuerte en el mercado finlandés de los teléfonos móviles será neutralizada con la promesa ya formulada por Telia de vender su fabricación en dicho mercado.

Si todo transcurre sin inconvenientes, los directivos de la nueva Telia-Sonera cuentan con que ésta estará en funcionamiento en el último trimestre del año en curso. Pero el camino hacia las metas propuestas por la nueva empresa está lejos de ser 'de rosas'. Para empezar, los analistas sueco-finlandeses del mercado de las telecomunicaciones han evaluado de distinta manera la situación.Un título del diario sueco Dagens Industri al día siguiente del acuerdo es elocuente: 'Alegría en Finlandia, amargura en Suecia'. En general, se describe el acuerdo como compuesto por partes que, dentro de su pertenencia al mismo sector, tienen diferencias significativas. Telia es una empresa con una posición estable y rentable en los teléfonos móviles, telefonía fija e incluso en Internet. En el ejercicio del año pasado tuvo un movimiento de negocios por un valor aproximado a los 70.000 millones de coronas, con ganancias del orden de los 9.000 millones de coronas.

La otra parte, Sonera, es un empresa con formato de gran tamaño, inversiones en el extranjero, España y Alemania principalmente, para la explotación de licencias de telefonía de la tercera generación (UMTS), programas para operadoras en telefonía móvil, aspectos todos ellos que exigen grandes inversiones. Sonera tiene un fuerte desequilibrio en sus cuentas y el pasado año evitó mediante la venta de acciones y actividades periféricas un resultado en números rojos. Esas fuertes inversiones en el exterior, estimadas en 36.000 millones de coronas, no tienen asegurada una buena rentabilidad, según los analistas, y se corre el riesgo de que las acciones pierdan valor.

Telón ruso de fondo

Esos mismos análisis opinan que, en el corto plazo, Telia tiene poco que ganar con la fusión y que 'compra más problemas de los que querría tener'. En el mediano y largo plazo las posibilidades son prometedoras y están fundadas en el crecimiento en el mercado de Rusia, los países bálticos y el Este de Europa en general. De Rusia, el mercado potencial más asequible y prometedor es San Petersburgo, ya que el país en su totalidad tiene tales dimensiones que excede las posibilidades financieras de inversión de la nueva empresa. Algo que también puede pensarse respecto a Alemania, según acota Mike Cansfield, consultor de la britanica Ovum.

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