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Un serio retroceso

Manuel Sáez, Evarist Navarro, Carmen Calvo, José Sanleón... Durante años, el Centre del Carme-IVAM supo pulsar, acertadamente, los latidos del arte contemporáneo. Y lo hizo con una sabia y atrevida combinación de las mejores muestras de los artistas de nuestro país junto con las de otros tantos, consagrados y con una gran proyección internacional a sus espaldas, entre los que destacaría, y cito de memoria, a Juan Muñoz, Miquel Barceló, Francesc Torres, Gilberto Zorio, Matt Mullican, Juliâo Sarmento, o Herman Pitz. Como bien podrán imaginar, este elenco es sólo una elección muy particular de algunas de las propuestas que las salas del antiguo convento de El Carme nos dejaron contemplar, y que por ello situaron a Valencia en el epicentro del arte contemporáneo internacional.

Epicentro que, con su trayectoria y trabajo, pronto encontró sus semblantes internacionales en el CAPC-Musée d'Art Contemporain de Bordeaux, en el Musée d'Art Contemporain de Lyon o en la Kunsthalle de Basel. Valencia era no sólo una necesidad para los amantes del arte, sino un referente mundial, de visita obligatoria, punta del iceberg de la vanguardia y las nuevas propuestas artísticas.

La sola presencia del Centre del Carme-IVAM constituyó un impulso de primer orden para un barrio deprimido como El Carme y para toda la ciudad, así como para el arte de los ochenta. Efecto balsámico no lo suficientemente interesante ni rentable para las frías mentes pensantes del actual gobierno de la Generalitat, que prefieren su cierre, sin más. Estamos pues ante un nuevo error, gravísimo e imperdonable, de la actual Administración, que sólo encuentra el apoyo de los voceros de siempre y la pasividad de buena parte de la sociedad valenciana, para seguir adelante con la destrucción de un signo de identidad, como es el Centre del Carme-IVAM, que muchos valencianos hemos asumido como propio.

No es tolerable que la excusa del cierre sea la apertura de un nuevo museo, el del siglo XIX. Y lo es menos en un momento, el actual, en el que tendríamos que redefinir los papeles museísticos en el conjunto de nuestro territorio, empezando por la capital, Valencia, y terminando por las diferentes ofertas culturales y museísticas de las diferentes ciudades del país. Porque la pregunta sería, ¿para qué queremos tantos museos si no somos capaces de dotarlos de un contenido serio y de calidad en sus propuestas y en sus fondos? ¿No sería mejor apostar por mantener el pulso y el nivel de calidad que durante los primeros años caracterizó al IVAM, al Centre del Carme y a otros espacios, como la malograda Sala Parpalló?

Con el cierre del Centre del Carme se finiquita una de las programaciones más frescas, dignas y necesarias del panorama artístico: no sólo de Valencia, sino también de todo el territorio español. Además, significa retroceder un paso, en el tiempo y en el lugar, de donde Valencia estaba y todavía está en el contexto de las artes plásticas. Por otra parte, desde el punto de vista político es un error de magnitudes considerables, el de un Gobierno solamente preocupado por la promoción de sus cargos institucionales, por la cultura del espectáculo del celofán y el cuché.

Por eso, es hora de abrir en esta ciudad, y por extensión en este país, un verdadero debate sobre la cultura, las políticas culturales, que necesita la ciudad, el país, los profesionales y la sociedad. Un debate que cuente con la participación generosa de todos los agentes implicados y de todos los sectores: editores, escritores, galeristas, artistas, profesionales de las artes escénicas, del audiovisual, de los medios de comunicación, de las instituciones; para así poder retomar el pulso perdido en la última década, con decisiones poco acertadas, como la que nos ocupa. Hecho ante lo que sólo me queda lamentar el silencio cómplice del director del IVAM, Kosme de Barañano. Su silencio es, sin duda, el resultado de la renuncia a un centro vanguardista, atrevido, de futuro.

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Rectificar es de sabios. Que haya un cambio de rumbo por el bien del IVAM, por el del Centre del Carme, del barrio de El Carme, y de Valencia. No nos jugamos nimiedades. Al contrario, con el Centre del Carme-IVAM hablamos de cultura, en mayúsculas, de una trayectoria consolidada, de un prestigio, de un escaparate de primera magnitud, de un altavoz... Que lo tengan en cuentas las autoridades, que sepan rectificar, que es de sabios.

Pere Mayor es presidente del Bloc Nacionalista Valencià.

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