Un abuelo muy preocupado
El 19 de febrero atracaron a mi nieto de 14 años por segunda vez al volver del colegio por la tarde.
Es frecuente, y sabemos que hay una panda que actúa con insistencia en el mismo lugar; otros días lo hará en otros sitios de la ciudad.
En el metro de Herrera Oria, salida norte, en la misma calle Cardenal Herrera Oria, hay unos jardines pequeños hasta que se alcanza la de Alfredo Marqueríe y, justo entre esos jardines y la citada calle, hay unos 30 metros de recorrido entre dos fincas que está aislada y completamente desprotegida, propicia para los atracadores. Y es justo donde suelen realizar sus fechorías.
Metro de Madrid y los pasillos de esta salida tiene casi siempre guardas jurados, vigilantes, pero una vez en la superficie la protección desaparece.
Ahora que existe la policía de barrio, ¿no sería posible controlar estos lugares solitarios y, sobre todo, por la tarde a la salida de los colegios?
