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15.000 árboles han sido plantados en las calles de Barcelona desde 1999

El plátano está siendo sustituido por otras especies

El crema de la sófora para el barrio de Sant Antoni, el lila del cinamomo para el de Sagrada Familia, el rosado del árbol del amor para la izquierda del Eixample. Son los colores que lucen algunos de los árboles de floración que el Instituto Municipal de Parques y Jardines ha utilizado en el proyecto destinado a sustituir los omnipresentes plátanos por especies de crecimiento más lento y que se adaptan mejor a las condiciones de la ciudad. Desde 1999 se han plantado alrededor de 15.000 árboles (de ellos, unos 4.500 en el último año) y existe el compromiso de alcanzar los 40.000 en 2003.

Barcelona 'es una de la ciudades más arboladas de Europa'. O al menos eso sostienen en el Instituto Municipal de Parques y Jardines, en cuyo registro figuran unos 150.000 ejemplares. Esta cifra no incluye los árboles ubicados en jardines o parques.

Esos 'árboles de alineación' pertenecen a 140 especies, lo que -dicen en el instituto- 'además de fomentar la biodiversidad, multiplica el encanto del paisaje urbano y permite a los ciudadanos disfrutar de una gran riqueza arbórea'. Pero la mayoría (casi el 40%) son plátanos (Platanus hispanica), un árbol que reconocen de inmediato incluso aquellos ciudadanos a los que el mundo vegetal les importa un bledo. Pero el plátano no se adapta bien a la vida ciudadana: 'Su crecimiento rápido y su amplitud le impiden desarrollarse correctamente en la mayoría de las calles'.

El Instituto Municipal de Parques y Jardines trabaja en la sustitución parcial de esos plátanos. En 2000, el instituto realizó una prueba piloto en cinco barrios del Eixample, con la plantación de árboles de flor en algunos de sus chaflanes. El objetivo, según anunció en su día el instituto, era que 'los árboles de los chaflanes se acabaran convirtiendo en una especie de señal de identificación del barrio'. La sófora (de floración blanca) se plantó en el barrio de Sant Antoni; el árbol del amor (rosada) y el tilo (amarilla) en la izquierda y la derecha del Eixample, respectivamente; el cinamomo (lila claro) en Sagrada Familia, y la jacaranda (azul) en Fort Pienc. Un total de 291 árboles se repartieron entonces por 23 chaflanes.

La incorporación de árboles de flor al paisaje urbano de Barcelona ha continuado en 2001, pero ya no agrupándolos por barrios.

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