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Quince fotógrafos españoles descubren los rincones más misteriosos de Roma

El Instituto Cervantes patrocina la muestra de la huella española en la capital italiana

Templos, plazas, calles, palacios y rincones misteriosos de Roma están ligados a España, que hizo del catolicismo y de la defensa de la fe seña de identidad nacional. El Instituto Cervantes de la capital italiana ha querido subrayar la importancia y complejidad de esa huella española con una exposición en la que han participado 15 de las 17 autonomías, cada una de las cuales ha encomendado a un fotógrafo sintetizar en seis imágenes esa impronta española que pesa todavía en la capital del catolicismo. El resultado es una exposición que incluye 90 fotografías de 15 artistas.

La abrumadora mayoría de los turistas españoles que visitan Roma se acercan a la Piazza di Spagna, en uno de cuyos costados se alza el Palacio de España, un sobrio edificio cuyos orígenes se remontan al siglo XVI, que alberga la Embajada ante la Santa Sede. Pero no todos los rincones ligados a la historia de España son tan conocidos. Muchos visitantes desconocen el pasado de la Via de Monserrato, donde vivió san Ignacio de Loyola y más recientemente el poeta Rafael Alberti, y donde se construyó en el siglo XVI la iglesia de Montserrat. Tampoco se fijan demasiado los turistas que fotografían la armonía extraordinaria de la Piazza Navona en la iglesia de San Giacomo degli Spagnoli, ni, atraídos por el palacio del Quirinale, muchos son capaces de llegar hasta la iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane, que pertenece a los trinitarios descalzos españoles.

Todos estos lugares y muchos otros más han sido recogidos e inmortalizados ahora por el objetivo de la cámara de los 15 fotógrafos que han participado en la exposición, de la que es comisario el director del Instituto Cervantes en Roma, Miguel Albero. La muestra, inaugurada este fin de semana, estará abierta hasta el 10 de marzo, y recorrerá después las distintas comunidades autónomas españolas.

Lazos históricos

Después de la exposición Roma 2000: una mirada española, dedicada al Jubileo, el Cervantes festeja el semestre de la presidencia española de la UE con España en Roma, nueva muestra fotográfica, patrocinada por las respectivas comunidades, el Ministerio de Cultura y la Academia de España, entre otras instituciones. 'Sólo han fallado, por diversas razones, Extremadura y La Rioja', explica Albero, comisario de la exposición. La idea de la misma es dejar constancia, a través del arte fotográfico, de los lazos históricos que unen a España con Roma.

En la lista de participantes figura el fotógrafo de EL PAÍS Jesús Císcar, que ha retratado con cámara digital el ir y venir de turistas en la Piazza di Spagna, y el colaborador de este periódico Pablo Hojas, que prefirió alojarse en el convento de los frailes trinitarios descalzos para fotografiar desde dentro la iglesia de San Carlo alle Quattro Fontane, construida por Francesco Borromini por encargo de los trinitarios españoles, en pleno esplendor del barroco italiano, en el siglo XVII.

La exposición se convierte en una especie de catálogo de la memoria. El objetivo de Manel Armengol rastrea, por ejemplo, los detalles más significativos de la Via Monserrato, donde está ubicada la iglesia española del mismo nombre, una de las calles más hermosas de Roma, paralela a la señorial Via Giulia, repleta como ésta de palacios barrocos y renacentistas, que desemboca en la Piazza Farnese.

La fotógrafa Begoña Zubero (única mujer en la exposición) ha plasmado los misterios del Castel de Sant'Angelo, originariamente mausoleo del emperador (hispano) Adriano, que fue reestructurado por Alejandro VI, el segundo de los papas Borja (Borgia), sobrino de Calixto III (procedentes de Xátiva, entonces parte de la Corona de Aragón) y como él ligado profundamente a la Roma renacentista. Agustín Torres ha retratado las glorias barrocas del Palacio de España, mientras el objetivo de la cámara de Carlos Cánovas Ciaúrriz parece subyugado por las estatuas del Palacio Borghese, en uno de cuyos pisos está instalada (provisionalmente) la cancillería española. El inmenso Palacio Borghese, que un día albergó a todos los miembros de la amplia familia cardenalicia, es una de las joyas de la arquitectura del seiscientos, repleto de secretos, replegado sobre sí mismo. Todo lo contrario que el Palacio Montorio, residencia del embajador español en Italia desde 1947, construido hace casi tres siglos en la colina del Gianicolo, verdadera atalaya sobre la ciudad.

Iglesias

Parte sustancial de la presencia española en Roma se encuentra -no podía ser de otro modo- en sus iglesias, y la exposición toma buena nota de este dato. No menos de cinco han sido retratadas por los diferentes fotógrafos. Luis Kurba ha fotografiado la iglesia de la Trinidad de los Españoles, una de las más modernas, construida en el siglo XVIII. La monumental iglesia de San Ignacio, uno de los dos grandes templos de los jesuitas en Roma, ha sido retratada en sus detalles menores pero sumamente significativos por Luis Asín, mientras Carlos G. Prieto deja constancia de la armonía discreta de la iglesia de Santiago de los Españoles (San Giacomo degli Spagnoli), en la Piazza Navona, creada para hospedar a los peregrinos de la Corona de Castilla durante el Jubileo de 1450. La muestra recoge también fotografías de Alejandro Plaza, José Ferrero, Pedro Avellad y Ángel Luis Aldai.

Fotografía de Jesús Ciscar de la plaza de España de Roma, en la exposición <b></b><i>España en Roma.</i>
Fotografía de Jesús Ciscar de la plaza de España de Roma, en la exposición España en Roma.
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