El Kinder funde a un Barça sin rebote

El Barcelona se vino abajo cuando iba para nota. En Bolonia, en una de las catedrales del baloncesto europeo, se pasó 32 minutos poniendo en apuros al Kinder, uno de los favoritos al título. Pero no resistió la vuelta de tuerca defensiva del equipo italiano y se fue a pique en un último cuarto en el que menguaron de forma asombrosa los excelentes porcentajes de tiro con los que había combatido al estupendo y numeroso grupo de jugadores que dirige Ettore Messina. Con 11 míseros puntos en el último cuarto, el Barcelona se vio empujado al abismo después de haber llegado a los ocho últimos minutos por delante (73-74). A partir de entonces, casi nada más pudo hacer.

El Kinder, además de subir un par de grados su ya pegajosa y activa defensa, se mantuvo en un notabilísimo nivel ofensivo capitaneados por uno de los jugadores con marchamo de la NBA que posee. El argentino Emanuel Ginobili, un escolta argentino de 24 años elegido en 1999 por los Spurs de San Antonio, se constituyó en una máquina anotadora. Fue una pesadilla para el equipo azulgrana que cargó con la cruz de su tremenda inferioridad en el rebote: sólo logró 23 capturas por 41 de los italianos. Si el Barça se mantuvo a flote tanto tiempo fue exclusivamente porque, después de un inicio vacilante (16-3) le tomó el aire al tipo de juego que propuso el Kinder, muy rápido y sin tiempo para dudas o para tomar aire. Si al Kinder le faltó el concurso de su mejor pívot, el estadounidense Griffith, el Barça apenas se benefició del concurso de Dueñas. Pese a ello, a que Karnisovas no acaba de recuperar su acierto en el tiro y a que Ekonomou están muy por debajo de lo esperado, el Barça dio una medida de lo que puede llegar a lograr aunque, al final, se desmoronó y el Kinder certificó un triunfo que le deja como líder en solitario.