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El vertedero de Valdemingómez se convertirá en parque en 2003

Los operarios trabajan ya en las obras de desgasificación del basural

Antonio Jiménez Barca

El vertedero de Valdemingómez, que empezó a funcionar en septiembre de 1978 y se cerró en marzo de 2000, es ahora una gigantesca montaña de basura con una extensión similar a la del parque del Retiro y una altura de 30 pisos. En 2003, según los planes del Ayuntamiento, se habrá convertido en un parque de 110 hectáreas. Para obtener esta zona verde lo primero es envolver la basura en telas aislantes y extraerle el gas que guarda dentro.

De extraer el gas y de explotarlo económicamente después de transformarlo en energía eléctrica se encargará Cespa, Sufi y Vertresa, el grupo de empresas que se alzó, hace un año, con el contrato municipal para regenerar el antiguo vertedero de Valdemingómez. El Ayuntamiento pagará por todo el proyecto unos 12.000 millones de pesetas (72 millones de euros). Los trabajos para sellar el macrovertedero ya han comenzado.

Los obreros se ocupan actualmente de extender las capas aislantes necesarias para encapsular los desperdicios y el gas. Los materiales utilizados son, entre otros, poliéster y polipropileno. Se emplearán, además, un millón de metros cúbicos de tierra, 200.000 metros cúbicos de grava y 17 kilómetros de muros. La última de estas capas será una cobertura de 20 centímetros de espesor de tierra vegetal, que servirá de asiento a las plantas y los árboles que conformarán el futuro parque, según los planes de los técnicos de Medio Ambiente.

Pero faltan aún años para que los árboles o los arbustos crezcan sobre los desperdicios. Primero, y al mismo tiempo que se extienden las capas aislantes que envuelven la montaña de basura, otros operarios perforan la extensión para abrir pozos: unos servirán para canalizar las aguas fluviales y los lixiviados (líquido tóxico que produce la basura); otros, para conducir el gas metano que almacena el vertedero a fin de dirigirlo hacia un transformador que convierta este gas en energía eléctrica.

Campo petrolíferoDe suerte que el vertedero parece ahora un campo petrolífero, con máquinas taladradoras haciendo agujeros. Los técnicos de Medio Ambiente aseguran que se excavarán 287 pozos, enlazados por 1.000 kilómetros de tuberías.

El gas metano, que se crea por la descomposición de la basura orgánica, yace enterrado en la montaña del vertedero. Es patente aunque sea invisible. Ayer, los obreros que trabajaban soportaban un olor fétido, ácido y nauseabundo que brota de las entrañas de la mole de basura y que se extiende por toda la zona. El Ayuntamiento y las empresas encargadas de las obras calculan que la energía que se produzca por el metano almacenado alcanzará, en 2003, los 140 millones de kilovatios/hora, una cantidad equivalente al consumo energético anual del alumbrado público madrileño. Después, progresivamente, irá descendiendo la producción. Ésta no desaparecerá por completo hasta 2019.

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Los números del vertedero marean. Almacena ahora 20 millones de toneladas de residuos y 7.000 toneladas de animales muertos: los residuos de los madrileños amontonados ahí durante más de 20 años.

La intención del concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri, que ayer visitó las obras, es no sólo transformar el actual vertedero en un parque, sino hacer de él un 'espacio que sirva de aula medioambiental'. De esta manera, además de árboles y arbustos, 'todos de vegetación autóctona', el nuevo complejo contará, entre otras instalaciones, con una biblioteca y una sala de conferecias.

ENVOLVER UNA MONTAÑA EN BASURA. Los operarios de la foto están sellando el antiguo vertedero de Valdemingómez, cerrado en marzo del año pasado. Lo recubren con telas para <i>encapsular</i> los 20 millones de toneladas de residuos y obtener el gas metano que almacena esa inmensa montaña de basura, tan grande como el parque del Retiro y con 30 pisos de altura. En 2003, ese lugar se convertirá en 110 hectáreas de zona verde, según las previsiones del Ayuntamiento madrileño. El coste final de la operación alcanzará los 12.000 millones de pesetas.
ENVOLVER UNA MONTAÑA EN BASURA. Los operarios de la foto están sellando el antiguo vertedero de Valdemingómez, cerrado en marzo del año pasado. Lo recubren con telas para encapsular los 20 millones de toneladas de residuos y obtener el gas metano que almacena esa inmensa montaña de basura, tan grande como el parque del Retiro y con 30 pisos de altura. En 2003, ese lugar se convertirá en 110 hectáreas de zona verde, según las previsiones del Ayuntamiento madrileño. El coste final de la operación alcanzará los 12.000 millones de pesetas.RICARDO GUTIÉRREZ

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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