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ESCÁNDALO FINANCIERO

Giménez-Reyna anotó múltiples soplos de técnicos de la CNMV a favor de Gescartera

La agenda de la presidenta de la agencia de valores sugiere que recibió información privilegiada

Las agendas de 1999 y 2000 de Pilar Giménez-Reyna, presidenta de Gescartera, evidencian que diversos directivos y técnicos de la CNMV suministraron información confidencial sobre la investigación abierta a dicha sociedad y las gestiones para sacarla del atolladero. Las anotaciones manuscritas de Giménez-Reyna citan como supuestos colaboradores en la CNMV al entonces director general de la Unidad de Vigilancia de Mercados, Antonio Botella, y al director general de Inspección, Pedro Villegas, que supuestamente habrían alertado al dueño de Gescartera sobre determinadas investigaciones en marcha.

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El 26 de marzo de 1999, en pleno proceso de investigación de Gescartera, con el descubrimiento por parte de los técnicos de la CNMV de un agujero de casi 1.000 millones en las cuentas del Arzobispado de Valladolid, Pilar Giménez-Reyna da cuenta de una información precisa sobre los pasos que están dando los investigadores del organismo regulador, con visitas a Valladolid incluidas.

- 'Mañana terrible'. El 6 de abril de 1999, la CNMV investiga el paradero de casi 1.000 millones a nombre del Arzobispado. 'Mañana terrible. Pendientes de la visita a Valladolid. Llama Antonio Camacho. Nos dictan expediente por obstruir la labor de información de la CNMV y gestionar el dinero B de la Iglesia. Si es así, ¡Gracias Jesús!'. Aquella información no era oficial. El 7 de abril, Giménez-Reyna la confirma y lo anota en su agenda: 'Expediente a los dos y a Gescartera por obstrucción a la labor de supervisión'.

Aquella inspección se alargó hasta junio de 2000, cuando se les comunicó una sanción de siete millones de pesetas a la sociedad y dos millones de pesetas al dueño de Gescartera, Antonio Camacho. Durante muchos meses, el principal implicado en la desaparición de 18.000 millones de pesetas propiedad de 2.000 clientes de la sociedad, tuvo un contacto directo con Antonio Botella, entonces director general de la unidad de Vigilancia de Mercados, y con Pedro Villegas, director general de Inspección, según las anotaciones de Pilar Giménez-Reyna. En varias comidas, Antonio Camacho conoció los pasos que estaban dando otros técnicos de la CNMV en relación con las actividades de Gescartera.

- Cuentas corrientes. Así, el 11 de febrero de 2000 la agenda detalla una comida de Antonio Camacho, el dueño de Gescartera, con Botella y Villegas. Éstos, según la agenda, 'avisan: David Vives [entonces director general de Supervisión general, y responsable de la inspección por la CNMV a Gescartera] ha ido a Link [una de las firmas más activas con las que operaba dicha sociedad para depositar títulos]'.

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Ambos directivos explican también en aquel almuerzo, según las anotaciones manuscritas de Pilar Giménez-Reyna, que Vives 'investiga cuentas corrientes de Antonio Camacho' y 'operaciones con Radiotrónica'. La presidenta de Gescartera concluye: '¡Preocupación! No paran el seguimiento'.

El 27 de abril de 2000, Pilar Giménez-Reyna anota en su diario otro supuesto soplo a su jefe desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores: 'Antonio Camacho y Antonio Botella. Informe positivo. Y total limpio'.

- 'No aceptar'. El 10 de mayo de 2000, la presidenta de Gescartera anota la siguiente entrevista: 'Cita de Antonio Camacho en CNMV. Comunican 5 millones (de multa) a la sociedad por obstaculizar la labor supervisora; 3 millones por defectos contables y falta de claridad; dos millones a Antonio Camacho y uno a José María Ruiz de la Serna. Total, once millones'. El diario añade lo siguiente en esa fecha: 'Comida en Otek. Enrique (Giménez-Reyna) dice no aceptar y alegar. Pilar Valiente no sabe nada de la comunicación. Callar y [mediante una flecha, se sugiere que se debe recurrir ante] la Audiencia Nacional por lo contencioso'.

- 'Petición de consenso'. El 18 de mayo de 2000, la agenda de la presidenta de esta sociedad apunta una nueva información extraoficial: 'Comida de Antonio Camacho con Antonio Botella y Pedro Villegas. Positivo. Petición de consenso'.

Tras la marcha de Juan Fernández Armesto de la presidencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, fue ascendida a ese cargo Pilar Valiente, hasta entonces consejera. Antonio Botella pasó entonces a ser director general de Supervisión, el puesto que había desempeñado David Vives. La investigación de Vives sobre Gescartera le llevó a proponer la necesidad de que fuera intervenida la sociedad de cartera ante las irregularidades descubiertas durante la inspección a principios de 1999. Su propuesta fue desestimada. Más de dos años después, el 15 de junio de 20001, se tomó una decisión similar, cuando ya habían desaparecido 18.000 millones de pesetas.

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