La construcción de un puerto deportivo en Málaga enfrenta a Junta y Ayuntamiento

La construcción de un nuevo puerto deportivo en Málaga ha provocado un enfrentamiento entre la Junta y el Ayuntamiento. Este tipo de instalaciones resulta polémica en toda Andalucía, por el déficit de plazas de atraque, que se acentuará en los próximos años, y los evidentes procesos de erosión y sedimentación que provocan en el litoral. Ante el conflicto entre desarrollo y conservación, la Junta estudia los proyectos caso por caso sin que haya directrices generales previas. Ahora existen 11.000 plazas para estas embarcaciones.

El fruto de la discordia entre Obras Públicas y el Ayuntamiento de Málaga es el proyecto Marina Arraijanal. Este plan, con una inversión de 20.000 millones de pesetas, supone crear 1.100 plazas de atraque, un gran complejo de ocio y viviendas sobre 840.000 metros cuadrados en las afueras de la capital, junto a Torremolinos.

La oposición mostrada por el delegado de Obras Públicas, Enrique Salvo, responde a que 'las directrices de la consejería son: puertos deportivos, los mínimos'. Es la opinión de esta consejería, pero lo cierto es que no existe un marco interdisciplinar (Obras Públicas, Turismo y Medio Ambiente) que ataje de forma previa los problemas que se generan entre diferentes administraciones cada vez que surge la idea de crear un puerto deportivo.

La Empresa Pública de Puertos de Andalucía (EPPA) aún no ha recibido información alguna del proyecto Marina Arraijanal, con lo cual elude analizarlo. La EPPA se encarga de estudiar y aprobar cualquier tipo de iniciativa portuaria y es uno de los dos organismos -además de la Dirección General de Costas del Ministerio de Medio Ambiente- con posibilidad de vetar estas actuaciones.

El gerente adjunto de EPPA, Ignacio Álvarez, quitó hierro al enfrentamiento político y, desde las ópticas normativa y técnica, aseveró que cualquier borrador de puerto deportivo no es rechazado 'por sistema'. Un alto cargo de Obras Públicas admite que a la hora de redactar los planes de ordenación del litoral sí hay directrices restrictivas, aunque no a la hora de analizar caso por caso. La directora general de Ordenación del Territorio, Josefina Cruz señala que en este tema existen dos conflictos: uno entre conservación y desarrollo, y otro entre los bañistas y los usuarios de barcos de recreo. Todo ante un panorama evidente de déficit en las plazas de atraque.

La Dirección General de Costas tiene la llave, además de Obras Públicas, para la concesión de los proyectos portuarios, ya que, únicamente si su informe es favorable, el Gobierno autonómico puede adjudicar las obras. Un portavoz del ministerio lanzó la pelota al tejado del ejecutivo andaluz y se limitó a decir: 'si la Junta no quiere, nosotros no autorizamos'.

Actualmente, la Consejería de Obras Públicas tiene en su mesa diversos proyectos de ampliación y nueva creación de puertos deportivos. El más avanzado es el de expansión de Benalmádena (Málaga), que duplicará sus 1.002 plazas actuales.

La Empresa Pública de Puertos de Andalucía ha iniciado la supervisión del proyecto de ampliación de Puerto José Banús en Marbella, que pretende crear 300 nuevas plazas aunque de grandes dimensiones, por lo que la entidad concesionaria ha diseñado un incremento del 60% de la superficie de agua.

En fase de estudio previo está la remodelación del puerto deportivo de Marbella, la creación de un recinto en San Pedro de Alcántara (Málaga) y en El Rompido, en Cartaya (Huelva). Por último, la construcción del puerto en Lújar (Granada), un proyecto frenado por sendos informes de Medio Ambiente y Obras Públicas, en los que se instaba a la revisión del plan, fase en la que se encuentra en estos momentos.

Otra consejería cuyo sector está implicado es la de Turismo y Deportes. Su consejero, José Hurtado, apostó por sentar las bases de un acuerdo global entre los diferentes departamentos de la Junta en el que 'también debe entrar Costas'. Reconoció el evidente déficit en plazas para embarcaciones de recreo, un sector en auge, máxime cuando la consejería potenciará en los próximos años este tipo de turismo 'de alto poder adquisitivo y de calidad'. Por ello, Hurtado propugna la construcción y acondicionamiento de los puertos dentro del respeto medioambiental.