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Crónica:FÚTBOL | Segunda jornada de la Primera División
Crónica
Texto informativo con interpretación

Estéril dominio de Osasuna ante un Villarreal más eficaz

Osasuna extrajo anoche una importante conclusión para su futuro en la Primera División tras su derrota en El Madrigal. Su incesante dominio no sirve para nada sin pegada en los metros finales. El Villarreal le dio la vuelta a la lección. No necesita tener el balón si defiende bien y aprovecha la fortuna en los contragolpes.

El equipo de Víctor Muñoz se encontró a los seis minutos con un jugada que le adelantó en el marcador, pero le retrasó en su juego. Palermo forcejeó con un defensa en un centro al área y el árbitro pitó un penalti que Víctor transformó en gol. El argentino, en su debú esta emporada en la Liga -no jugó en Vallecas por lesión-, peleó a destajo con los centrales de Osasuna, sobre todo con Cruchaga, y su esfuerzo recibió al final el premio del gol.

VILLARREAL 3| OSASUNA 0

Villarreal: López Vallejo; Roca, Unai, Álvarez, Arruabarrena; Jorge López (Gracia, m. 86), Amor, Galca, Calleja (Guayre, m. 75); Víctor (Craioveanu, m. 83) y Palermo. Osasuna: Unzué; Rivero (Sabino, m. 62), Cruchaga, Yanguas, Jusué, Lekumberri; Montenegro, Puñal (Izquierdo, m. 62), Palacios (Armentano, m. 62), Gancedo; e Iván Rosado. Goles: 1-0. M. 6. Víctor, de penalti. 2-0. M. 51. Jorge López, a centro de Calleja. 3-0. M. 93. Palermo, tras jugada de Guayre. Árbitro: Pino Zamorano. Amonestó a Puñal, Galca, Quique Álvarez, Xavi Roca, Montenegro y Jorge López. Expulsó a Sabino por doble tarjeta amarilla (m. 91). Unos 15.000 espectadores en El Madrigal.

El tanto de Víctor cambió los roles que ambos conjuntos tenían asignados. El Villarreal se olvidó de la pelota y Osasuna aceptó la propuesta de ser el equipo dominador. El grupo de Lotina se hizo con la manija y Puñal se encargó de distribuir desde el centro del campo el balón a sus compañeros. Sobre todo, a Rivero, un lateral derecho convertido en extremo que llevó el peso del fútbol ofensivo navarro. El equipo rojillo movió y movió ante la permisividad de los centrocampistas del Villarreal, Galca y Amor, pero careció de eficacia alguna. Palacios erró un balón a bocajarro a dos metros de la portería, Iván Rosado se precipitó con una vaselina cuando encaraba en solitario a Vallejo y Montenegro, muy habilidoso, disparó demasiado centrado ante el meta. Todas las ocasiones al limbo y dominio infructuoso de Osasuna ante un Villarreal que abandonó su suerte al contraataque. A tal oficio se dedicaron Víctor, Calleja y Jorge López, acompañados de Palermo.

La segunda parte redundó en la misma idea: dominio de Osasuna y eficacia del Villarreal. Como ocurriera en la primera, el equipo de Víctor Muñoz marcó en los primeros minutos. Osasuna siguió a lo suyo. Movió con criterio, pero desaprovechó sus ocasiones -Armentano, Gancedo...-. Su trabajo, incesante, no tuvo recompensa y el Villarreal, con un gol de Palermo, disfrazó de goleada un juego discreto.

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