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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Todos contra el Manchester

La Liga inglesa echa hoy a rodar tras haber invertido 60.000 millones de pesetas en fichajes

El Manchester United no sólo juega contra todos los demás, cansados de su dominio, sino también contra sí mismo y contra la peligrosa enfermedad del tedio. Sólo si el aburrimiento se extiende en su plantilla como un tumor los demás clubes tendrán opciones en la Premier League, que esta tarde echa a rodar. En la pasada temporada ya se proclamó campeón a falta de cinco jornadas y se ha adjudicado siete de las últimas nueve ediciones del torneo. Toda una declaración de principios para un equipo que busca nuevas emociones en la Liga de Campeones, ya la única horma para sus zapatos, fabricados a base de talonario, al estilo español o el italiano. El problema de la mayoría de sus rivales es que no pueden utilizar el mismo material para fortalecerse: 13.000 de los 60.000 millones de pesetas invertidos en fichajes para la nueva campaña corresponden precisamente al Manchester.

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Las últimas incorporaciones del United, Verón y Van Nistelrooy, se antojan el complemento perfecto para un Beckham todopoderoso en los enfrentamientos nacionales, pero algo huérfano en los internacionales. Y es que, a menudo, éste no lograba desembarazarse de tanta presión y terminaba arrinconado en las bandas, tristón y como un mero francotirador; eso sí, con excelente puntería. Así, el mediapunta argentino Verón podrá aprovecharse de las cargas de profundidad que siempre lanzan a Beckham y tendrá más libertad de movimientos para enlazar con el holandés Van Nistelrooy, un delantero que ha dejado atrás una grave lesión de rodilla.

Un segundón harto

El Arsenal vive en la encrucijada de sentirse un segundón con jugadores campeones. El tridente formado por Bergkamp, Henry y Kanu no acaba de afilarse y sus pinchazos no han hecho daño hasta ahora al Manchester. Los cañoneros han fichado al japonés Inamoto, un toque exótico que a lo peor les trae más periodistas de su país que resultados prácticos, y a Campbell, un central pretendido por el Barcelona y el Madrid, una especie de elixir de la juventud para una cobertura ya casi cuarentona.

Que el Liverpool acabara con sus fantasmas del pasado en la final de la última Copa de la UEFA, a costa del Alavés, le convierte, si cabe, en más peligroso. Los reds se dieron cuenta de que hay vida más allá de la Premier League, un coto del United, y consiguieron tres títulos: la Copa y la Copa de la Liga inglesas y la Eurouefa. Su sistema de juego exaspera a sus rivales y les convence de que carecen de delanteros y de que no pueden echar abajo su muralla defensiva. En cambio, ellos sí saben cómo atacar. Les basta con Owen y con su velocidad, más propia de un atleta de los 100 metros, para destrozar el manual de instrucciones de cualquier entrenador. Su ariete es la versión madura de aquel chiquillo que deslumbró en el Campeonato del Mundo deFrancia 98 . El Liverpool no ha querido distraerse con nuevas incorporaciones. Así, para su vuelta a la Champions, sólo ha contratado al joven noruego Riise.

Por la Copa de la UEFA pululará el Leeds, aquel cuadro imberbe que llegó a las semifinales de la Liga de Campeones después de tratar de tú a tú al Barcelona y de eliminar a un Deportivo muy reflexivo en tierras inglesas. Es el mejor exponente de lo que supone meter presión al inicio del partido y después del descanso. Un ímpetu desmesurado orquestado por el australiano Kewell, un extremo izquierdo hábil con un fenomenal último pase y al que siguen fielmente Viduka, otro australiano, y Smith, un delantero con carácter aunque impreciso. Al igual que el Liverpool, sólo presume de un fichaje, el del irlandés Robbie Keane por 2.800 millones de pesetas.

Al Chelsea únicamente le vale resarcirse de su anterior campaña. El conjunto menos inglés de la historia sigue con su política tan poco británica de cimentarse con foráneos. Veintidós de los futbolistas de su plantel no han nacido en las islas. Los últimos en llegar, el francés Petit y el holandés Zenden, dos descartes del Barcelona, no guardan un buen recuerdo del Camp Nou. Ferrer, Bogarde, Jokanovic y Haselbaink completan la lista de jugadores que todavía se mantienen en la memoria de los aficionados españoles.

Los restantes clubes de la Premier League lucharán, en principio, por no ceñirse a su papel de comparsas. Para ello han dado una segunda oportunidad, si es que no son más, a futbolistas que en otro tiempo fueron estrellas. Sheringham ha vuelto al Tottenham tras su periplo por el Manchester. Demasiada competencia para un delantero cuyo único recurso son los remates de cabeza. Schmeichel y Van der Sar darán brillo a las porterías del Aston Villa y el Fulham y Gascoigne continuará en el Everton como la última reliquia de aquella Premier League que antes se miraba al ombligo y ahora sólo tiene ojos para el exterior.

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