La postal de Erice
Las puntualizadoras palabras de Víctor Erice, precisas pero discretas, lejos de toda farándula exhibicionista, a propósito de su malogrado proyecto de El embrujo de Shanghai, no me sorprenden demasiado. Una vez más se interponen los pragmáticos y comerciales criterios de un productor por encima de la libre concepción, más imaginativa y creadora, del director.
La historia se ha repetido innumerables veces. En 1963 Robert Bresson preparaba una versión del episodio del Arca de Noé, del Génesis. El productor, Dino de Laurentiis, apareció por el estudio mientras Bresson ensayaba. Allí había grandes cajas con parejas de leones, jirafas, hipopótamos..., lo que despertó el orgullo del italiano, que no pudo dejar de pavonearse y comentarle a Bresson que estaba ilusionado por ser el único productor capaz de descender al elevado maestro a la tierra, por producir un filme con valores reales de producción. La respuesta de Bresson fue muy clara: 'No se verán más que sus huellas en la arena'. Una hora después, Bresson era despedido.
Las huellas de Bresson, la postal de Erice... Espero que gracias a los valores reales de producción del señor Vicente Gómez no tengamos que esperar al 2010 para ver la cuarta película de Erice.-