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Reportaje:

Visita arquitectónica por la ría

La Fundación Caja de Arquitectos viaja a Bilbao con los mejores estudiantes españoles

El Euskal Herria, uno de los barcos turísticos que diariamente surca la ría de Bilbao, transportó ayer a un pasaje poco convencional. A la embarcación se subieron los 20 mejores estudiantes de Arquitectura de España. Y merecen este título porque han sido seleccionados por su currículo, entre 500 aspirantes, a las 20 becas que cada año concede la Fundación Caja de Arquitectos para que las jóvenes promesas trabajen durante seis meses en los estudios de premios Pritzker (los Nobel de la Arquitectura) como Norman Foster, Koolhaas, Moneo, Siza y Herzog & De Meuron y de otros nombres que se han ganado un lugar en la cúspide de la arquitectura moderna.

Los 20 jóvenes embarcaron para observar en primera línea la evolución urbanística y arquitectónica de Bilbao. Durante el viaje fluvial hizo de cicerone el arquitecto Ignacio Intxausti, quien explicó el origen de edificios industriales que han pasado a la historia como el edificio de la leona, en Botica Vieja, un inmueble racionalista con cierto toque art decó donde inmortalizó su arte Pedro Ispizua, el pionero de una saga de arquitectos bilbaínos que ya va por la tercera generación.

En sus explicaciones, no olvidó Intxausti incluir curiosidades de la historia como las islas donde antaño se asentaban Uribitarte y la iglesia de San Vicente, un templo rodeado hoy de edificios y jardines. Tampoco se le pasó por alto al arquitecto que su público eran compañeros de profesión en ciernes, así que les animó a calcular la sección del Puente Colgante contando el número de cables que sostienen la barquilla.

No era la primera visita de estos jóvenes llegados de ocho Escuelas de Arquitectura. El cambio que ha experimentado la capital vizcaína y el reclamo de los grandes nombres de la arquitectura que han contribuido a limpiar la cara de la villa le han convertido en un destino habitual entre los estudiantes de arquitectura. 'Es una ciudad representativa de la apuesta por la arquitectura moderna y además es interesante porque tiene imágenes con muchísima fuerza como sus vestigios industriales', comentaba Mamen Escorihuela, que, a sus 24 años, acaba de terminar los seis años de arquitectura en Zaragoza con un currículo que le ha dado el 'privilegio' de trabajar seis meses en el estudio de Rem Koolhaas en Rotterdam.

Con Norman Foster, -cuyas estaciones de metro fueron visitadas también por los 20 becarios-, trabajará Carlos, un estudiante madrileño de 24 años al que le interesa tanto la experiencia en diseño del arquitecto británico como 'su faceta de gestor economista; es un grande que tiene a 500 trabajadores'.

El ajetreado día de estos jóvenes terminó en el Palacio Euskalduna. Allí, los arquitectos que diseñaron el edificio, Federico Soriano y Dolores Palacios entregaron las becas a los jóvenes que en los próximos meses viajarán a los estudios de los mejores arquitectos españoles y europeos. Si ocurre lo mismo que el año pasado, muchos terminarán la beca con un contrato de trabajo.

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Las jóvenes promesas de la arquitectura española, ayer en su viaje por la ría.
Las jóvenes promesas de la arquitectura española, ayer en su viaje por la ría.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

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