Los rectores, felices por salir de 'la angustia constante'
Los rectores de las universidades públicas -excepto el de la Autónoma, Raúl Villar, que prefirió esperar al lunes para valorar el acuerdo- se mostraron ayer muy satisfechos con el programa marco que firmarán con el Gobierno regional. Primero, porque podrán planear a cinco años el dinero que van a recibir de la Comunidad, y, segundo, porque les permite cubrir la totalidad de sus nóminas. 'Va a suponer el logro de un deseo que tradicionalmente hemos formulado las universidades: poder atender las necesidades básicas de nuestro personal para no generar más déficit por una insuficiencia financiera', declaró el rector de la Complutense, Rafael Puyol.
Saturnino de la Plaza, rector de la Politécnica, auguró que el acuerdo va a suponer 'salir de la angustia constante' en la que se encontraban los responsables por la infrafinanciación autonómica. 'Lo más importante es que supone poder conocer en este quinquenio la evolución de la subvención y no tener que estar a la espera de que el Consejo de Gobierno apruebe año a año el presupuesto', dijo.
'Es la resolución de nuestro pasado, de una situación que era de endeudamiento y de déficit crónico', agregó Manuel Gala, rector de la Universidad de Alcalá. 'Es una buena decisión y un signo más del interés del Gobierno regional por las universidades públicas. No estaría de más que algo aprendiera la ministra de Educación [Pilar del Castillo]', apuntó, por su parte, Gregorio Peces-Barba, rector de la Carlos III, una de las dos únicas universidades que mantienen sus cuentas saneadas.
Enrique Otero, rector de la Rey Juan Carlos, calificó la cantidad de 'razonable'. 'Como filosofía general, me parece un planteamiento sensato porque nos va a permitir hacer previsiones de gasto, y a la Administración, exigirnos un ajuste presupuestario. Otra cosa es que estemos de acuerdo con la distribución que se va a hacer o que nos gustaría que nos llegase más dinero', matizó.
