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CC OO reivindica la memoria sindical a los 25 años de salir a la luz en Barcelona

Jordi Pujol dice que la aportación del sindicato ha sido 'decisiva' para la democracia

Hubo un tiempo en que las caras de muchos de ellos eran las más buscadas por la policía. Eran los sindicalistas de CC OO, que ayer volvieron a encontrarse en una iglesia, la del Pi, en Barcelona, para conmemorar los 25 años de la asamblea de Barcelona, que fue el acto constituyente del sindicato. En los actos organizados con este motivo, dirigentes del sindicato hicieron hincapié en reivindicar la memoria de los hombres y las mujeres sin rostro y sin historia que desde las fábricas y a golpe de manifestación contribuyeron al retorno de la democracia.

La elección de la parroquia se debe a que actualmente se encuentra en ella mosén Vidal, el mismo que el 11 de julio de 1976 abrió las puertas de Sant Medir a los 700 delegados de la entonces aún clandestina CC OO.

La reunión en la iglesia del Pi, llena a rebosar, fue el acto más emotivo de una jornada cargada de simbolismo de una época recreada por algunos de sus protagonistas. Se cantó la La Internacional y asistieron dirigentes históricos comunistas, entre ellos Santiago Carrillo y Gregorio López Raimundo. Otros asistentes fueron el ex secretario general de CC OO Antonio Gutiérrez, el ex secretario general en Cataluña José Luis López Bulla y su sucesor, Joan Coscubiela.

La entrada del dirigente histórico del sindicato, Marcelino Camacho, fue recibida con una gran ovación. Por un día, las ganas de asistir pudieron más que las desavenencias que en los últimos años han ido separando a líderes que trabajaron codo con codo en la clandestinidad.

El secretario general de CC OO, José María Fidalgo, se refirió en todas sus intervenciones de ayer a la importancia que tiene combatir el olvido. 'Recuperar la memoria contra el olvido es una parte muy importante de la lucha del hombre contra el poder, y el poder tiende a dominar desmemoriando'. Para Fidalgo, la celebración del 25º aniversario de la asamblea del 11 de julio de 1976, que tuvo lugar en la iglesia de Sant Medir, fue un acto de militancia y no un ajuste de cuentas. Fidalgo recordó que muchos de los que asistieron aquel 11 de julio a Barcelona llevaban ya 25 años luchando contra el franquismo.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, destacó la labor de cohesión social que ha desempeñado CC OO en Cataluña, por encima incluso de su lucha antifranquista, y animó a sus afiliados a seguir actuando como elemento vertebrador ante la nueva ola inmigratoria. La de Pujol y la de mosén Vidal fueron dos de las intervenciones más aplaudidas por un público muy numeroso y quizá bastante menos creyente del que habitualmente se reúne en el templo gótico a rezar.

Pujol afirmó que la aportación de CC OO ha sido 'constructiva y decisiva para la democracia por la abnegación y el espíritu militante de los afiliados. Pujol dijo valorar que se diera importancia al hecho migratorio, lo que resultó de gran ayuda para conseguir que Cataluña fuera un solo pueblo.

José María Fidalgo, líder de CC OO, a la izquierda, junto a Jordi Pujol, y a la derecha, Marcelino Camacho.
José María Fidalgo, líder de CC OO, a la izquierda, junto a Jordi Pujol, y a la derecha, Marcelino Camacho.CARLES RIBAS

Cumpleaños feliz sin Marilyn Monroe

'Honorables compañeras y compañeros'. El ex secretario general de CC OO en Cataluña, José Luis López Bulla, saludó así a los afiliados que llenaban la iglesia del Pi, tras haber dado el mismo tratamiento a los presidentes de la Generalitat y del Parlament. López Bulla echó de menos 'a la más grande de todas, a Marilyn Monroe', porque también sus compañeros del sindicato, dijo, merecían que les cantara el Cumpleaños feliz.Por la mañana muchos militantes fueron al Museo de Historia de Cataluña; entre ellos, Marcelino Camacho, Nicolás Sartorius, López Raimundo y Santiago Carrillo. Allí se ha inaugurado una exposición con artilugios como una vietnamita para imprimir panfletos, un megáfono y hasta una gorra de plato como las que usaba la policía durante el franquismo. No falta una exposición de homenaje a los abogados laboralistas.

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