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Ocho películas recuerdan el protagonismo del automóvil en el cine

La Fundación Barreiros organiza un ciclo con debates y la proyección de los filmes

Miguel Ángel Villena

Fueron dos inventos paralelos, tan paralelos que, mientras los hermanos Lumière descubrían al público el cinematógrafo en el Café de los Capuchinos de París en 1898, a pocos metros se inauguraba el primer salón del automóvil de la historia. Se encargó el crítico y periodista Juan Cueto de recordar que ya los cronistas de la época resaltaron que se trataba de dos grandes inventos de la modernidad. 'La literatura', explicó Cueto, 'ha utilizado poco el automóvil como eje de sus argumentos, salvo algunos autores de la generación beat. De este modo, para comprobar el protagonismo del automóvil en el siglo XX hay que acudir a las filmotecas y no a las bibliotecas'.

Mariluz Barreiros, en nombre de la Fundación Eduardo Barreiros, comentó que el joven director de cine Alejandro Amenábar les había dado la idea del ciclo. '¡Cuántos vehículos han sido causa, pretexto, escenario y alma de películas maravillosas!', manifestó la presidenta de la fundación en la presentación del ciclo. Mariluz Barreiros evocó asimismo el nacimiento coetáneo de cine y automóvil. 'Apenas diez años después de que Benz registrara la patente de su vehículo y Daimler la de su motor, los hermanos Lumière presentaron su cinematógrafo'.

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Berlanga, Verdú y Arroyo destacan el papel del coche en el cine

Iconos

Desde las carreras de Charles Chaplin sorteando coches de principios del siglo XX hasta las persecuciones futuristas de James Bond, pasando por los automóviles de Ciudadano Kane o las estrellas de Hollywood al volante de vehículos de todo tipo, las cuatro ruedas figuran entre los iconos más utilizados por el cine.

Como señaló Julio Calixto, del canal Cinemanía, los ocho títulos incluidos en la semana recogen géneros, argumentos y procedencias muy distintos. Dos en la carretera (Stanley Donen), Un taxi malva (Yves Boisset), Tráfico (Jacques Tati), Chevrolet (Javier Maqua), Paseando a Miss Daisy (Bruce Beresford), Vanishing point (Richard Sarafian), Golden eye (Martin Campbell) y La carrera de la muerte (Paul Bartel). Las proyecciones, que comenzaron ayer con un pase de anuncios publicitarios premiados en el Festival de Cannes con el coche como motivo, irán acompañadas de mesas redondas en las que participarán, entre otros, Luis García Berlanga, Eduardo Arroyo, Vicente Verdú, Diego Galán, Elvira Lindo, Emilio Villota y Guillermo Cabrera Infante.

En su conferencia inaugural de ayer, titulada La velocidad es el cine, Juan Cueto relacionó los coches con las tres grandes pantallas que han diseñado la escenografía del siglo XX. 'El automóvil ha tenido relación con la gran pantalla del cine, con la pequeña pantalla de la televisión y con la del ordenador'.

Mariluz Barreiros citó al cineasta Frank Capra para ilustrar el ánimo que inspira a la fundación para organizar este ciclo junto con el Círculo de Bellas Artes y la Comunidad de Madrid. 'Capra decía que, cuando a un hombre se le da la oportunidad de dirigirse a cientos de personas, durante dos horas y en la oscuridad de un cine, lo que diga debe salirle del corazón. Este ciclo ha salido del corazón de la Fundación Barreiros y de su convicción de que el cine es una de las artes plásticas que mejor han expresado lo que ha supuesto el automóvil en el siglo XX'.

De izquierda a derecha, Julio Calixto, Mariluz Barreiros, César Antonio de Molina (director del Círculo de Bellas Artes de Madrid) y Juan Cueto.
De izquierda a derecha, Julio Calixto, Mariluz Barreiros, César Antonio de Molina (director del Círculo de Bellas Artes de Madrid) y Juan Cueto.LUIS MAGÁN
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