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Vecinos de Huertas creen que la reforma de la calle traerá más ruido

Antonio Jiménez Barca

Los vecinos de la calle de Huertas desconfían de la reforma propugnada por el Ayuntamiento para esta vía principal del barrio de las Letras (Centro), que consiste, además de modificar el pavimento y el mobiliario urbano, en convertir la calle en peatonal. A juicio de los residentes, que ayer se reunieron con el concejal de Vivienda y Rehabilitación Urbana, Sigfrido Herráez, para discutir el plan, la reforma traerá más ruido, porque el uso peatonal será utilizado por los jóvenes para tomar copas. También el concejal socialista Eugenio Morales teme que Huertas se convertirá en 'una terraza entera'.

Florencio López resumió ayer el sentir del centenar de vecinos reunidos con Herráez: 'Huertas es un monocultivo de bares. Y mucho me temo que la reforma fomentará esta práctica, con lo que aumentará el ruido y las molestias de los vecinos'. Herráez cree, por el contrario, que el proyecto 'no tiene por qué significar que haya más ruido'. 'Si se considera procedente, se podría dejar que los coches pasen por la noche', añadió.

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Los vecinos también protestaron porque la reforma de Huertas eliminará unas 80 plazas de aparcamiento. El edil respondió que 'en los próximos meses se van a empezar a construir tres aparcamientos subterráneos, con más de 700 plazas'.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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