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Tiempo de iniciativa

A mediados del próximo mes de junio concluirá el plazo de que disponen los ciudadanos y ciudadanas valencianos para acceder a las Cortes Valencianas a través de una Iniciativa Legislativa Popular por primera vez en la historia de nuestra autonomía.

Desde hace semanas estamos asistiendo a la movilización de centenares de valencianos y valencianas para alcanzar las cincuenta mil firmas acreditadas que, conforme a la Ley 5/1993, son necesarias en nuestra Comunidad para que las Cortes Valencianas puedan recibir y tramitar iniciativas legislativas populares.

Esa iniciativa legislativa tiene por objeto que las Cortes Valencianas debatan y aprueben una proposición de Ley reguladora del proceso de ordenación y protección de l'Horta de València como espacio natural protegido. El texto de la proposición que se pretende hacer llegar al debate parlamentario ha sido elaborada por la Plataforma per un Cinturó d'Horta, entidad ciudadana en la que se dan cita personas individuales junto a colectivos y organizaciones sociales, con el concurso y ayuda de especialistas en ordenación del territorio, urbanismo, agricultura, derecho y otras disciplinas relacionadas con la compleja realidad que presenta la huerta de Valencia.

La motivación que ha guiado tanto a sus iniciales redactores, como a todos aquellos que han aportado su opinión e incluso sus críticas a lo largo de los más de diez meses que ha durado la redacción del texto articulado, ha sido tratar de hacer posible, no una mera protección de lo que nos resta de huerta en el área metropolitana de Valencia, sino también el que su ordenación sea abordada conforme a criterios de sostenibilidad; conseguir una identificación y puesta en valor de sus elementos más característicos, además de apuntar algunas medidas adicionales que pudieran servir para estimular la tradicional actividad agrícola y mejorar las condiciones de trabajo y vida de sus labradores.

Tales objetivos vienen a coincidir, en lo esencial, con las conclusiones alcanzadas por el valioso dictamen emitido por el Consell Valencià de Cultura en mayo del pasado año, así como con la opinión e informes emitidos por numerosos expertos nacionales y extranjeros, los cuales han defendido en diversos foros que la huerta de Valencia constituye un patrimonio singular e irrepetible de los valencianos y valencianas que se encuentran al borde de su definitiva desaparición. Siendo destacable a este respecto que el Informe Dobris de la Agencia Europa de Medio Ambiente, emitido en 1998, calificaba la huerta de Valencia como un paisaje escaso y de especial interés hasta el punto de que tan sólo quedarían un total de seis ejemplos en toda Europa.

No obstante las simpatías que ha despertado por doquier la iniciativa, entre algunos responsables políticos municipales se ha suscitado cierta inquietud en relación con la denominada 'moratoria de actuaciones' que el texto de la proposición incorpora como requisito previo necesario para la efectiva consecución de su objetivo último de ordenar y proteger la huerta de Valencia. Tal moratoria de actuaciones consistiría en una suspensión temporal, tanto en cuanto a la nueva aprobación de planes e instrumentos urbanísticos, como de licencias de obra, que puedan traer como consecuencia la disminución del suelo actualmente clasificado como no urbanizable, así como de aquel potencialmente urbanizable pero que a la fecha de entrada en vigor de la ley no cuente con instrumento urbanístico que haga posible su inminente urbanización.

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La suspensión temporal de actuaciones, se constituye en una medida meramente temporal pero absolutamente necesaria si realmente queremos que las buenas intenciones de la ley y de los miles de valencianos que ya la impulsan, no sean defraudadas, ya sea por la acelerada desaparición cotidiana de la huerta a proteger o por precipitadas reclasificaciones de suelo que pudieran producirse ante la inminencia del debate parlamentario de la propia ley.

En último término, la misma duración temporal de tal medida excepcional, tan sólo va a depender de la diligencia con que el propio gobierno valenciano aborde la delimitación del ámbito territorial que reúna condiciones para su protección y éste junto a los grupos parlamentarios sean capaces de concertar con los diversos sectores sociales implicados los términos de la declaración de la huerta de Valencia como espacio natural protegido.

Porque parece obvio que una acertada ordenación y protección de la huerta de Valencia, en el marco de un examen más general sobre nuestra ocupación y uso del territorio y acerca del modelo mismo de desarrollo que queremos para la Comunidad Valenciana, requiere de un periodo de reflexión que debe extenderse no sólo a los responsables políticos, sino abrirse también a las instituciones académicas, científicas, empresariales y, en suma, al conjunto de la sociedad, con vistas a alcanzar, tal y como recomendaba el Consell Valencià de Cultura en su dictamen, el máximo consenso social posible.

Los más de trescientos voluntarios y voluntarias que han asumido el papel de fedatarios especiales en el proceso de recogida y autentificación de las firmas y los miles de ciudadanos y ciudadanas que ya han suscrito la proposición de Ley reguladora del proceso de ordenación y protección de l'Horta de València como espacio natural protegido, están impulsando con su iniciativa que ese debate sobre la necesidad y los instrumentos apropiados para la recuperación y conservación en condiciones adecuadas de un territorio vivo y productivo que es parte de la historia e identidad de nuestro pueblo, pueda ser obra de todos y todas los valencianos y valencianas.

Pero aún hay algo más, el respaldo de ciudadanos y ciudadanas de toda ideología y condición a la iniciativa legislativa popular, constituye una saludable muestra de cómo, frente a la apatía y la resignación, la sociedad puede alzar su voz mediante el ejercicio activo y responsable de un derecho constitucional y estatutario que, hasta la fecha, no había tenido ninguna expresión en la Comunidad Valenciana. Así, con nuestra firma, no sólo estamos contribuyendo a hacer posible la ordenación y protección de una parte importante del patrimonio valenciano, sino que contribuimos a la expresión de nuestra madurez democrática como pueblo. Por todo ello, per l'Horta, por la democracia: es tiempo de iniciativa.

Antonio Montiel Márquez es abogado y miembro de la Comisión Promotora de la Iniciativa Legislativa Popular Per l'Horta. Perlhorta@hotmail.com

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