¿Monopolio de reses bravas?

Los ayuntamientos navarros se han rebelado contra lo que consideran un desorbitado aumento en el precio de los festejos taurinos (hasta un 130% sobre el año 2000) provocado, se justifican los criadores ganaderos, por la incidencia de la encefalopatía espongiforme bovina.

Ya se han suspendido encierros y capeas en localidades tan aficionadas como Artajona, Puente la Reina o Falces. Un auténtico revuelo en el que ha intervenido la propia Federación Navarra de Municipios y Concejos (FNMC) creando una comisión municipal que tratará de negociar con la Asociación Taurina Navarra, la entidad que agrupa a los criadores de reses bravas de la región.

Los pueblos aseguran que los ganaderos han unificado ilegalmente sus precios y han creado un monopolio. La asociación lo niega. Cualquiera que conozca los festejos populares navarros sabrá que uno de sus ingredientes más destacados es la suelta de vaquillas. A ella se dedica buena parte de los presupuestos de fiestas. Pero lo que no se preveían las comisiones de festejos es que este año los ganaderos iban a subir un 130% sus precios. La voz de alarma la dieron Arguedas y Valtierra, las dos primeras localidades de la Ribera navarra que celebran sus fiestas en abril.

Si el año pasado soltar una vaca una hora por las calles del pueblo costaba 35.000 pesetas, en éste se les pretende cobrar 80.000 pesetas por el mismo concepto y una hora de encierro nocturno con una res puede alcanzar las 200.000 pesetas. La federación de municipios insiste en que los ganaderos han 'eliminado totalmente la competencia' ofreciendo precios idénticos a los pueblos, algo que vulnera los preceptos de la ley de Defensa de la Competencia. Si no hay acuerdo, la federación acudirá a los tribunales.

Las vacas son sagradas, pero el aumento de precios ha sido tan fuerte que varios municipios han celebrado las fiestas primaverales sin encierros. Otros se han avenido a pagar el alto precio. Treinta municipios han constituido una comisión para solucionar el problema.

El presidente de la Asociación Taurina de Navarra, Víctor Arriazu, ha negado la mayor: ni precios unificados ni monopolio. Pero los ayuntamientos no piensan igual. Pedro Tabar, presidente de la federación local y alcalde de Caparroso, ha señalado que no existe constancia documental de la unificación de precios, pero que para contratar vaquillas los municipios deben acudir a una ventanilla única: la de la Asociación Taurina. Al mismo tiempo, los municipios se han dado cuenta de que un mismo ganadero ha llegado a cobrar casi el doble a un municipio por el mismo ganado que alquiló por la mitad a otra localidad.

Los ayuntamientos han amenazado con introducir el sistema de subasta para la contratación de ganaderías, fijando precios máximos idénticos y dejando desiertos los concursos si no se consiguen precios asequibles. También se plantean contratar conjuntamente con una o dos ganaderías concretas negociando los precios y boicoteando al resto.