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Reportaje:

La herida del Ebro

Ser concejal de CiU o el PP en las comarcas del sur de Tarragona no es fácil. ø El Plan Hidrológico Nacional crea una frontera entre 'trasvasistas' y antitrasvasistas'Ser concejal de CiU o el PP en las comarcas del sur de Tarragona no es fácil. - El Plan Hidrológico Nacional crea una frontera entre 'trasvasistas' y antitrasvasistas'

El Partido Popular ideó el proyecto. Convergència i Unió (CiU) le dio su apoyo. Es el Plan Hidrológico Nacional (PHN). El acuerdo se suscribió en Madrid y recibió la bendición en Barcelona. Las consecuencias explotan en las comarcas del Ebro, desde donde se extraerán los 1.050 hectómetros cúbicos anuales previstos en el plan. Ser concejal, alcalde o cargo electo de CiU o del PP en las comarcas ribereñas de Tarragona, un territorio apenas permeable al debate sobre la cesión del agua, no es fácil ahora. Ya no son nacionalistas catalanes unos y españolistas o conservadores los otros. El debate sobre el PHN los ha colocado en el mismo saco, ajeno a ideologías más allá del agua. Son los trasvasistas. Pintadas, silicona en las cerraduras de las puertas, amenazas telefónicas, carteles con fotografías. Y la dificultad, en algunos casos, de pertenecer a un partido que defiende postulados contrarios a los propios.

La preocupación ante las amenazas 'es por la familia', afirma la convergente Imma de Joan

Tristeza y no miedo

El primero en recibir las críticas y ser objeto de pintadas fue el alcalde de Amposta, Joan María Roig (CDC). El primero que abogó por la negociación del PHN: 'El PP tiene mayoría absoluta. Si no se hubiera negociado, el plan sería peor. Es más, estoy convencido de que ahora no se llegará a extraer más de 500 hectómetros'. Roig fue, además, el primero que caldeó el ambiente al definir como tácticas fascistas las fotografías en carteles públicos o las pintadas en colegios públicos. 'Ahora, aquellas declaraciones las haría diferentes. Pero sigo pensando que las tácticas no son adecuadas'. Roig también fue el primero en sufrir pintadas del estilo de 'Roig, traidor, ETA mátalo'. 'No produce miedo, pero sí mucha tristeza', asegura. Niega que su entorno, su familia más directa, se haya visto afectado o que en su municipio el debate se haya crispado. El alcalde de Amposta cierra filas, como la mayoría, en torno al discurso oficial de Pujol: el tiempo les dará la razón y el plan integral del delta previsto en el PHN es una garantía de pervivencia del espacio natural que antes no existía.

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Joan Bertomeu, presidente del Consejo Comarcal del Baix Ebre y concejal del PP de Deltebre, también ha visto su nombre pintado en alguna caseta del delta. En plena vorágine de las bajas de concejales en Tortosa, practica la defensa a ultranza de su partido. Niega que, como afirma algún cargo de CiU, los responsables del Gobierno del PP hayan eludido acudir a la zona para propiciar que todas las críticas se centraran en los líderes convergentes, empeñados en acudir al territorio con asiduidad: 'Los tres secretarios de Estado responsables del plan vinieron a explicarlo tras su presentación'. Otros cargos del partido, que prefieren mantener su nombre en el anonimato, critican la ausencia de dirigentes en la zona y el abandono al que se les ha sometido, pese a que la ejecutiva es conocedora de la presión que soportan. Bertomeu, que considera que existe un desconocimiento de la población sobre cuál es la realidad del PHN, cree también que 'el tiempo lo madura todo'. Reconoce que la situación actual es desagradable 'porque se ha producido una politización excesiva del asunto'.

La situación en Tortosa es incluso más complicada. La agenda política municipal se ha visto alterada con la baja de tres concejales del PP (en extraña alianza con el PSC) que deja al gobierno en minoría. Marià Curto (CDC), en la oposición, incómodo como otros muchos convergentes bajo la etiqueta de trasvasista, 'porque todos saben cómo pienso, tal vez por eso no he recibido las presiones que han recibido otros', reconoce que el PHN ha impregnado la vida social de la ciudad: 'el rechazo es generalizado y se comenta en los bares, se ve con los militantes, con los amigos, con los familiares'. Asegura que el momento que más le hizo pensar fue cuando sus hijas de 14 años, gemelas, preguntaron por qué les decían en el colegio que su padre quería llevarse el agua del río. 'Ha calado un discurso en la ciudadanía. Ahora es difícil explicar otro porque no se quiere escuchar'. Curto afirma que en algunos momentos esta situación le ha llevado a sentirse culpable, 'pero tengo la conciencia muy tranquila, he luchado todo lo que he podido en todos los niveles para evitar la extracción de agua'.

El que sí ha padecido un vuelco de 180º en su rutina es Francesc Sancho. El alcalde de L'Ampolla (Baix Ebre) reconoce que vivía con cierta tranquilidad el PHN, desde el convencimiento de que la negociación era la única vía. Pero su nombramiento como nuevo delegado de la Generalitat en las Tierras del Ebro ha resultado convulso. Pintadas del estilo que se inauguró con Roig, llamadas telefónicas anónimas, gritos de traidor. Se muestra dolido con la plataforma ciudadana en defensa del Ebro, que se ha desmarcado de estas acciones: 'Agradecí y mucho que cuando pintaron en mi casa me dijeran que estaban conmigo. Pero luego, media hora después, en una concentración se me llama traidor y la gente hace gestos con el pulgar hacia el suelo'. Sancho asegura que sabía que habría presiones pero 'no de esta intensidad y tampoco que se asumirían en público'. Reconoce que la presión preocupa 'por el sufrimiento de la familia, que se derrumba, que no puede asumir esta agresividad'. Después de las pintadas y de que suspendiera una reunión en la delegación con el consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, por razones de seguridad, 'entras en una fase de tristeza que poco a poco superas y acabas comprendiendo que tal vez es el otro el que mantiene una postura de orgullo que ahora le es difícil de cambiar'. Sancho, médico, compara: 'Es como decirle a un familiar que su hijo tiene una enfermedad crónica. Primero viene una fase de negación, de agresividad. Luego de búsqueda de soluciones. Aquí, la búsqueda de soluciones, colectivamente, no se ha producido como tal, aunque ya hay gente que lentamente va aceptando la situación'. ¿Miedo? Reconoce que en alguna ocasión cuando regresa a casa de noche y oye algún ruido extraño, se le dispara una voz de alerta que también ha sentido alguna vez paseando por Tortosa.

'Imma, traidora, en las próximas elecciones pasaremos cuentas'. La pintada apareció en diciembre. 'Me acuerdo porque era Navidad', explica Imma de Joan, la concejal de CDC de Deltebre, que sustituirá a Bertomeu en la alcaldía. 'Ponernos la etiqueta de trasvasista es juzgar de forma simplista, es un análisis visceral que podríamos hacer todos, pero no los que tenemos responsabilidades y que sabemos que el PHN es un tema muy complejo que trasciende del territorio'. De Joan, como sus correligionarios, explica que la preocupación 'no es por uno mismo, sino por la familia, por los hermanos o los padres, tú lo tienes asumido y no te puedes dejar intimidar'.

La concejal considera que la asiduidad de las visitas de consejeros y del presidente de la Generalitat a la zona desde el estallido del debate sobre el PHN tiene dos lecturas: 'la primera es que no nos tenemos que esconder de nada y que vienen a darnos su apoyo, la segunda es que, al final, la situación de crispación hizo recomendable esperar a que se calmen las cosas, a que las visitas se hagan con prudencia'. Como todos, alude al tiempo, que pone todas las cosas en su sitio.

Josep Maria Franquet ha sido el detonante de la crisis abierta en el gobierno de Tortosa, integrado por PSC-PP, con su baja en la militancia conservadora secundada por otros dos concejales. Una militancia contra natura visto el PHN ideado por el PP y el talante antitrasvasista histórico de Franquet, ingeniero y profesor de política hidráulica. 'Ni el PP estaba a gusto con Franquet ni Franquet con el PP', resume el edil, ahora en el grupo mixto.

El concejal cree que si los dirigentes del PP no han acudido a las Tierras del Ebro, 'es porque se han encontrado que, de paso, los que están sufriendo más desgaste político de rebote a su PHN es Convergència, el Gobierno de la Generalitat, la institución más cercana a la zona y eso ya les va bien'.

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