Mohamed VI envía a España a los ministros de Exteriores e Interior para salvar la crisis

El Consejo de Ministros marroquí, presidido por el socialista Abderramán Yussufi, acordó ayer no reaccionar a las advertencias de Aznar, de las que sólo tenía conocimiento a través de la prensa. Tras la reunión ministerial, Mohamed VI sí pidió a los ministros de Exteriores, Mohamed Benaissa, y de Interior, Ahmed Midaui, que se desplacen inmediatamente a Madrid.

Aunque el motivo de la visita es, en principio, discutir con sus homólogos españoles sobre la organización del paso del Estrecho para los inmigrantes marroquíes durante el verano, en fuentes diplomáticas españolas se da por descontado que ambos tienen por misión tratar de enderezar la degradada relación con España. Benaissa y Midaui son ministros nombrados por el Monarca y no por el primer ministro.

Aznar afirmó el miércoles, ante los micrófonos de Onda Cero, que la ruptura de la negociación pesquera tendría consecuencias sobre la relación entre España y Marruecos, y entre este país y la Unión Europea. Aseguró que gestos hechos en su día por España, como la condonación parcial de la deuda y la ayuda al desarrollo de las infraestructuras, serían ahora irrepetibles.

Fiel a las consignas, el ministro socialista Aachari rehusó ayer, en conversación telefónica con EL PAIS, comentar las palabras de Aznar. Expresó, no obstante, su confianza en que el acuerdo de asociación entre la UE y Marruecos, firmado en 1996, 'no resultará perjudicado porque es una apuesta hacia el futuro'. 'España y la UE son los primeros interesados en que su socio marroquí sea un socio estable'.

Aachari se explayó, en cambio, sobre los registros que los pescadores en paro efectúan en varios puertos andaluces de los camiones y contenedores procedentes de Marruecos para tratar de impedir la entrada de pescado en España. Tras lamentar la pasividad de las fuerzas de orden público Aachari afirmó: 'Espero que estos gestos inamistosos de España sean efímeros'.

Más contundente con el Gobierno español fue Larbi Mesari, dirigente del partido nacionalista Istiqlal, que forma parte de la mayoría gubernamental. 'Creí que habíamos superado la época en la que, cuando surgía un problema, el conjunto de la relación quedaba empañada que es lo que está logrando Aznar', dijo.

'Esto', prosiguió Mesari en un perfecto castellano, 'nos retrotrae a épocas anteriores al Gobierno socialista en España. Echo de menos los cauces de diálogo que teníamos con España cuando gobernaba el PSOE. Entonces, en vez de amenazas se tendían puentes, agregó.

Mesari, que fue hasta hace poco ministro de Comunicación, advirtió a su vez de que las represalias pueden tener consecuencias negativas para España. 'Rabat puede verse obligado a tomar medidas que perjudiquen a España', añadió El Attar Bougaleb, portavoz socialista en la comisión de asuntos exteriores del Parlamento marroquí.

Bougaled se confiesa, sobre todo, 'entristecido por el nivel de deterioro en el que ha sido colocada la relación entre ambos países por la declaración de Aznar'. 'Debe de seguir pensando que Marruecos es una colonia española. Como marroquíes no me cansaré de repetir que deseo que la relación sea excelente'.