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Entrevista:JOSÉ ALFONSO MORERA, 'EL HORTELANO' PINTOR

'Siempre estuve dispuesto a vivir a pan y agua con tal de ser artista'

El pintor José Alfonso Morera, El Hortelano (Valencia, 1954), ha echado un vistazo a su pasado artístico y, en plan bodas de plata, ha reunido sus 70 cuadros más significativos en el Centro Cultural Conde Duque. 'Cuando he visto uno que ha venido de Moscú se me han saltado las lágrimas, es como la vuelta del hijo pródigo', confiesa. José Alfonso se metamorfoseó en El Hortelano a los 10 años: una hepatitis le tuvo encamado más de un año, que dedicó a convivir con cómics y libros de aventuras. Fueron Superman, El Hombre Araña y La Masa quienes le empujaron a calzarse ese alias para las hazañas artísticas, para la épica del lienzo. La retrospectiva 1978-2001 muestra la trayectoria de un tipo que pinta para mostrar la realidad, emocionar y suscitar dudas, para agarrar 'los misterios de cada minuto' y para captar 'la mística' de lo cotidiano: 'Lavarse los dientes, tomar un café, mirar al cielo y no entender nada'.

Pregunta. ¿Por qué se rebautizó precisamente El Hortelano?

Respuesta. Me gustaba fonéticamente. Al principio pensaba en El Ciclista, pero luego elegí éste. Salió por magia, no tenía nada que ver con la huerta. De pequeño ya quería ser artista, desde jovencito ya estaba dispuesto a vivir a pan y agua, y a renunciar a muchas cosas, para ser artista. Además, era algo muy español cambiarse el nombre, fíjese en El Greco, y hacerlo fue como ingresar en una orden monástica muy especial que es la del arte, porque es como una religión: has de ser muy fiel, eso es sagrado.

P. ¿Cuáles son sus fuentes de inspiración?

R. La vida diaria, lo que hay dentro y fuera de mí. Me inspiran tanto los leucocitos, la sangre, como las estrellas.

P. Es usted autodidacto, ¿verdad?

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R. En cuanto al arte, sí, cosa que me parece positiva, porque dedicarte al arte es explicar tu vida en pintura y ayudar a la gente a ver la realidad de una manera nueva. Es importante rascar dentro de tu alma para contárselo a los demás, y a mí eso no me lo enseñan en una academia de arte. Cuando he tenido dudas técnicas, he recurrido a amigos capaces de solucionarlas. A mí me gustan los pintores que no son perfectos. Por ejemplo, Van Gogh tiene fallos de simetría y eso es lo bonito del cuadro.

P. ¿Está en su mejor momento y de ahí la retrospectiva?

R. Creo que un pintor empieza a dar lo mejor de sí mismo a partir de los 40 años, porque para pintar hace falta haber vivido, sufrido y amado mucho. La buena pintura es como el buen vino, gana calidad con los años.

P. ¿Tiene algún lugar preferido para pintar?

R. No, pinto en todos los sitios. Me gusta mucho viajar en tren, un tren lento y lo más cutre posible, que tarde mucho en llegar a su destino, porque así me da tiempo a dibujar y leer. Me encanta trabajar en los trenes. También trabajo a gusto en Madrid y en Valencia, que son mis dos ciudades.

Retrospectiva de El Hortelano. Centro Cultural Conde Duque. Hasta el 1 de abril.

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