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Entrevista:JAMES PETRAS | SOCIÓLOGO Y ANALISTA

'La lucha de clases también es de arriba hacia abajo'

James Petras es sociólogo, experto en política internacional, profesor de Sociología y Economía Política de la Universidad de Nueva York y duro crítico de las ideas neoliberales. Pero quizá lo que mejor define a este neoyorkino es que fue asesor de Salvador Allende.

P. Usted defiende que el concepto de lucha de clases sigue teniendo vigencia...

R. Mucha vigencia, pero hay que adaptarlo a la actualidad. Hay que ser creativos para interpretarlo. Por ejemplo, en la crisis de las vacas locas, hay personas que por el lucro propio han jugado con la salud de los consumidores; o en la protección del medio ambiente, porque quienes contaminan tienen nombre y apellido. La lucha de clases no siempre es de abajo hacia arriba, sino también a la inversa. Por ejemplo, cuando se bajan los salarios, se facilita el despido o se hacen reestructuraciones de empresas, que es un eufemismo. Eso es lucha de clases, pero de arriba hacia abajo. Últimamente van perdiendo los de abajo, pero es cíclico.

P. ¿La globalización y la revolución informática acortarán las diferencias?

R. El concepto de globalización yo lo considero inútil porque oculta quiénes son los agentes que crean las redes de intercambio económico en el mundo. El hecho fundamental es que entre las 500 empresas más grandes del mundo, el 48% es norteamericano, el 35% europeo y el 8% japonés. Tres países tienen más del 90% de las multinacionales que dominan el mercado mundial. Por otra parte, la informática no domina al capital, sino a la inversa. Por lo tanto, dar una autonomía a la informática es tonto. Esa idea de que la informática es la tercera revolución científica es retórica, espuma. No ha generado los mismos efectos que las anteriores sobre el crecimiento mundial, ni sobre el empleo, ni ha mejorado la vida de las mayorías.

P. ¿Peligra el estado del bienestar?

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R. Hasta los setenta se compatibilizó capitalismo y bienestar social. Después empezó el retroceso. Reagan, Thatcher, las dictaduras en América Latina. Mientras estuvo el comunismo, se mantuvieron las mejoras sociales, pero eliminada la presión del otro lado, las políticas de ajuste avanzan de forma desenfrenada. Pero empieza a configurarse una contrarrespuesta anticapitalista no articulada, sino con diversas expresiones: luchas étnicas, religiosas, nacionalistas y resurgimiento de movimientos de izquierda. Es el resultado de la desconfianza en que el sistema electoral pueda ser vehículo para articular ese descontento. Hay desconfianza en la clase política, que no es rechazo a la democracia sino al juego político.

P. ¿A qué llama neoautoritarismo?

R. Por ejemplo, aquí, empresarios y sindicatos discuten la regulación laboral y al final se arregla por decreto presidencial. Esos decretos del Ejecutivo son una expresión del neoautoritarismo. Neo porque son civiles que toman decisiones desde las instituciones, pero usan mecanismos autoritarios.

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